El cardenal Gregorio Rosa Chávez ofició la misa de cuerpo presente del sacerdote Walter Osmir Vásquez, quien fue asesinado el jueves pasado en Lolotique, San Miguel, y desde el púlpito condenó el crimen desde donde dijo que "en este país la vida no vale nada". 

El obispo lamentó la situación que se vive en El Salvador sobre el tema de la delincuencia, pero increpó a los feligreses que asistieron a darle el último adiós al sacerdote Vásquez. 

"Necesitamos iniciar campaña de oración y sacudir nuestra pereza, qué puedo hacer yo para cambiar esta situación", dijo Rosa Chávez. 

El cardenal insistió a los presentes que toda vida es sagrada y que estar ahí junto al padre Walter es para hacer un llamado y decir en conjunto un "sí a la vida, sí al amor, sí al perdón y sí a la justicia": 

"De esta parroquia debe surgir algo, para superar esta situación, así como superamos la guerra. Padre Walter tú diste ya tu parte, que Dios te bendiga y que descanses en paz", dijo el cardenal al finalizar la homilia.

El cardenal, quien es considerado la voz del papa, ha calificado este hecho como un sacrilegio ya que fue cometido en tiempo santo y sus hechos conocían a perfección el trabajo que Vásquez realizaba.

Junto a Rosa Chávez, también llegaron los obispos: el arzobispo de San Salvador monseñor José Luis Escobar Alas, monseñor Williams Iraheta, de Usulután; monseñor Oswaldo Escobar, de Chalatenango; monseñor Elías Samuel Bolaños, de Zacatecoluca, y monseñor José Elías Rauda, de San Vicente.