• Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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Sucesos - Familia desesperada

Pandilleros desaparecen a mecánico que arreglaba patrullas y vendía comida a policías en Apopa

Hace tres años, el hombre sufrió la partida de su hija y un nieto por el acoso de pandilleros que querían que el adolescente de 13 años formara parte de una organización terrorista.

Mecánico Umanzor
Pandilleros desaparecen a mecánico que arreglaba patrullas y vendía comida a policías en Apopa

La familia de Salvador Muñoz Umanzor vive un calvario desde hace casi una semana. Su pariente permanece desaparecido y todo apunta a que los responsables son pandilleros que operan en el Distrito Italia de Tonacatepeque.

Según diversas versiones, el pecado de Muñoz Umanzor fue ayudar a los policías del sector de Apopa arreglando los vehículos de la Corporación desde hace unos siete meses, ya que él es mecánico de profesión. Además, su familia tiene un negocio donde comen los agentes de la zona, lo que se habría interpretado por los criminales como una especie de ayuda a la Policía.

Una familiar del desparecido señaló que el hombre vive justo a la par de un puesto policial en la calle nueva de la carretera a Tonacatepeque, donde también tenía el taller de mecánica automotriz.

“Los policías a él lo conocieron porque vendían comida y luego se dieron cuenta que era mecánico y le pidieron que viera las unidades dañadas, y así empezó a trabajar”, relató la familiar.

El pasado jueves 16 de noviembre a Salvador lo llegó a buscar una joven de aproximadamente 16 años quien era conocida suya y le pidió que fuera a sobar a una familiar en una zona cercana. El hombre además es "sobador", como se conoce a las personas que con sus manos ayudan a aliviar dolores o problemas musculares o de huesos.

“Él no quería ir, pero la muchacha insistió tanto que lo terminó convenciendo y él solo fue al lugar. Desde ese momento no hemos sabido qué pasó con él”, señaló la mujer, quien desde ese momento no ha parado de buscarlo.

Testigos han manifestado a las autoridades que un vehículo con vidrios polarizados se le cruzó al hombre en su andar, que lo subieron por la fuerza y se dirigieron con rumbo desconocido.

“No sabemos qué le dijeron, nadie quiere decir que lo vio”, añadió la atormentada familiar, quien agrega que la privación de libertad de Umanzor fue sin despertar alarma, ya que no se opuso a subirse al carro.

Las autoridades presumen que la joven que llegó a buscarlo –de la cual no saben su nombre- fue utilizada como carnada para el rapto. De ella solo tienen referencia que vive en el Distrito Italia, una colonia bajo el acecho de pandilleros.

El puesto con el que colindaba la vivienda de Salvador y su familia recibió la denuncia por desaparición del hombre de quien según agentes se tienen pocas pistas.

“Él es una buena persona, cristiano, con valores, sin vicios y que no se metía con nadie. Su único pecado fue trabajar con la Policía”, remarcó un elemento de seguridad destacado en la zona.

No obstante los agentes manifestaron tener avanzadas las investigaciones para dar con los responsables del hecho pero se negaron a revelar detalles para no entorpecer el proceso en curso.

Una familia atormentada por las pandillas

La desaparición de Salvador no es el primer caso que la familia Umanzor tiene que sufrir por culpa de pandilleros. Antes, miembros de estas estructura amenazaron a un nieto del mecánico para que se uniera a las filas del grupo terrorista.

“Al niño de 13 años le dijeron que si no se metía a la pandilla lo iban a matar a él, a la mamá o a algún familiar”, recordó con impotencia la mujer. La amenaza provocó la huida despavorida de madre e hijo de la zona de Apopa.

“Esa misma noche, hace tres años, mis familiares salieron como si ellos fueran los delincuentes huyendo por sus vidas”, detalló la mujer.

Antonia abandonó el país junto con Marcos (ambos nombres han sido modificados por seguridad).

Ganando dinero de trabajos eventuales que se le presentaron, la mujer logró pasar un año Guatemala y México para finalmente cruzar a Estados Unidos e iniciar una nueva vida lejos de la pandilla.

Desde Norteamérica la mujer busca intensamente a su padre en los diferentes lugares donde pueden localizarse a desaparecidos, pero en ninguno ha tenido respuesta afirmativa.

La familia agradecerá cualquier información que ayude a dar con su paradero al teléfono 7596-5445.

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