La Policía Nacional Civil realizó un operativo la noche de este miércoles en el reparto La Campanera, de Soyapango, dando como resultado el hallazgo de la vivienda donde el agente policial, Víctor Alcides Díaz, fue secuestrado y mutilado. Su cuerpo posteriormente, fue tirado en el kilómetro 21 de la Carretera de Oro y fue encontrado la noche de este martes.. 

El director de la PNC, Howard Cotto, se hizo presente en la zona para verificar el hallazgo, donde informó que un pastor evangélico estuvo involucrado en el hecho. 

Según el jefe policial, el pastor fue llamado por pandilleros de La Campanera para que fuese él quien transportara en su vehículo los restos del agente policial, luego de haber sido mutilado. Para sacar el cuerpo del agente se cree que pudieron haber participado al menos tres personas. 

Por esa razón, ya han sido capturados tanto el pastor como el hijo de este, pues ambos habrían colaborado con el crimen.

Cotto aseguró que en la vivienda donde el agente policial fue privado de libertad y luego mutilado, ya fue limpiada por los delincuentes, quienes pretendían borrar las evidencias.

Sin embargo, se encontraron algunos hallazgos que servirán para realizar las investigaciones y dar con los hechores. De hecho, dijo que a pocos metros de la casa se encontró la camisa ensangrentada del agente policial.

Por el momento, la investigación  ha determinado que los hechores pertenecen a estructuras de la pandilla 18 Sureños y que luego del hecho el mismo pastor fue quien los trasladó a la colonia Popotlán, del mismo municipio. 

Asimismo, han señalado que el agente tenía planeado visitar a su amante en La Campanera, el domingo pasado, pero en lugar de encontrar un momento placentero encontró la muerte, luego de que un grupo de pandilleros lo privaran de libertad para asesinarlo.

El cuerpo de Díaz fue encontrado anoche en el kilómetro 21 la carretera de Oro, a la altura de la Universidad Don Bosco. El agente fue mutilado y su cadáver abandonado dentro de tres sacos.

En este sentido, Cotto volvió a hacer un llamado a los agentes policiales a que redoble los esfuerzos en su seguridad y a que no consuman bebidas alcohólicas en lugares peligrosos.