El locutor de radio, Raúl Beltrán Bonilla, pidió a las autoridades hacer justicia en el caso de su hijo Raúl Ernesto Beltrán Amaya, quien fue detenido ayer y enfrentará cargos por el delito de estafa. Con unas duras palabras y por momentos al borde de las lágrimas, el comentarista deportivo dijo que con este hecho "he enterrado en vida a mi hijo"

Raul Ernesto Beltrán Ayala fue capturado en las últimas horas por las autoridades ya que es reclamado por la justicia por el delito de estafa. Su padre poco cree en su inocencia y aclaró que no tiene nada que ver en estos hechos, "si fuera otro país donde se pudiera fusilar, diría: fusílenlo", expresó.

El periodista también confesó que este es el segundo familiar del que se desmarca en su vida. “Estaba muy pequeño cuando una de mis dos hermanas le pegó a mi vieja, y tuve que enterrar a mi hermana en vida. No sé dónde vive, sé que está viva, no sé dónde, no me interesa”, expresó.

Beltrán Bonilla utilizó su espacio de opinión en radio YSKL para hablar de la situación que vive en estos momentos remarcando que "nadie puede hablar de su casa aunque se esté cayendo, pero yo sí tengo valor de hablar de mi casa aunque se esté cayendo".

Asimismo aseguró que "si fuera otro país donde se pudiera fusilar diría: fusílenlo. Y si me toca dar la orden de abran fuego lo digo con mucho coraje, no me tiembla el pulso ni la voz".

Beltrán Bonilla también criticó a los medios que han dado a conocer la noticia de la captura de Beltrán Ayala remarcando que es su hijo. "Aquí se hace periodismo de referencia, ya salieron a decir: “El hijo de fulano de tal”. No tengo nada que ver, en principio porque ese es el concepto con el que camino, pero debo de enfrentar el escarnio de una sociedad y en especial de medios de comunicación y a mí no me lastiman ni me incomoda".

Beltrán Ayala fue procesado en 2011 por hurto agravado de un vehículo, aunque había sido detenido previamente por otros cargos. A diferencia de hoy, en aquel momento Beltrán Bonilla dijo que se trataba de "una trama" contra su hijo para "hundirlo".

Declaraciones íntegras de Beltrán Bonilla

Nadie puede hablar de su casa aunque se esté cayendo, pero yo sí tengo valor de hablar de mi casa aunque se esté cayendo.

Y a mis enemigos, que los tengo desde luego, Jesús, que era un hombre bueno, tenía enemigos que lo mataron y crucificaron, qué no le podrá pasar a un mortal simple como este que les habla. Cualquier cosa.

Soy admirador de un hombre que cuando le dijeron: “Mire, lo vamos a fusilar por que violó la ley”, tuvo el arrojo de decirle: “Hijo yo no te estoy fusilando, te fusila la ley”. Y es triste y es doloroso, pero a mis enemigos allí les sirvo un plato en bandeja.

Y hay que contar el drama familiar porque eso somos en este país, un drama familiar. ¿Cómo lucha un padre por sus hijos cuando se es responsable? Bueno, en primer lugar darle una buena educación, formarlo para que pueda ser útil a la sociedad, que sea respetuoso de la ley, que sea respetuoso con los demás. Ese es el sueño de uno de padre y los engendra con amor como todos los seres humanos.

Los muchachos crecen y se desarrollan, y como usted o como a mí un día nos tocó abandonar el nido, que nos íbamos a volar a otros cielos. Cuando los hijos se van ya formados, nada más uno dice “Que Dios te bendiga”. Y cuando les enseñamos que transgredir la línea delgada de la ley es grave y serio, uno no puede menos que resignarse pero también tomar el coraje y el valor.

Estaba muy pequeño cuando una de mis dos hermanas le pegó a mi vieja, y tuve que enterrar a mi hermana en vida, no sé dónde vive; sé que está viva, no sé dónde, no me interesa.

Hoy debo compartirles a ustedes que me toca enterrar en vida a mi segundo hijo, ha transgredido la línea de la ley. No es un caso de matar, ni de homicidio, ni de secuestro ni cosa parecida, pero ha transgredido la ley. Que la ley lo juzgue, que se cumpla la ley. Triste y doloroso, pero es la verdad que comparto con ustedes.

Y como aquí se hace periodismo de referencia ya salieron a decir: “El hijo de fulano de tal”. No tengo nada que ver, en principio porque ese es el concepto con el que camino, pero debo de enfrentar el escarnio de una sociedad y en especial de medios de comunicación, y a mí no me lastiman ni me incomoda. Estoy compartiendo con todos los que me escuchan ese drama. Que la ley juzgue.

Y si fuera otro país donde se pudiera fusilar, diría: fusílenlo. Y si me toca dar la orden de abran fuego, lo digo con mucho coraje, no me tiembla el pulso ni la voz. Pero no compartir este momento difícil con mis amigos sería cobardía de mi parte. Por eso es que se dice muy sabiamente: “Una pena compartida es media pena. Una felicidad compartida es doble felicidad”.

La ley es una. Como dicen en latín, dura lex sed lex, la ley es dura pero es la ley. Creo que pronto recuperará su libertad y si no, mala suerte. Muchacho, en vida te perdí, que te vaya bien.

LO QUE NO TE PUEDES PERDER

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— ElSalvadorTIMES (@DiarioTIMES) 3 de junio de 2017