Los agentes de la PNC José Israel I. y Álvaro Antonio M. llegaron temprano ese día de licencia a la cervecería Gloria, una de las tantas cantinas ubicadas en la 9a calle Oriente y 12 avenida Norte, a un costado del parque Centenario de San Salvador.

Estuvieron en el lugar tomando desde temprano. Luego se fueron a recorrer otros lugares de la zona. Varias cervezas después, ni José Israel ni Álvaro tenían dinero para seguir tomando, pero la sed aún era grande, por lo que decidieron regresar a la cervecería Gloria, donde acostumbraban a darles fiado cuando llegaban.

Ya había entrado la noche ese jueves 16 de abril de 2015. Ya no había dinero y las botellas se apilaban en la mesa de los policías. Pero el dueño de la cervecería, Gilberto Sandoval, de 40 años, y su esposa habían decidido que ya no iban a darle ni una cerveza más, hasta que pagaran. Según la Fiscalía, ese fue el detonante.

Los policías se molestaron y comenzaron a rezongar por la decisión. La discusión se fue intensificando mientras Gilberto y su esposa se mantenían firmes. En minutos, todo se salió de control.

En el documento judicial se detalla que Álvaro desenfundó su pistola y con los tragos encima disparó contra Gilberto. Su esposa, que estaba al otro extremo de la cantina, se apresuró a auxiliarlo, pero en ese momento el policía le disparó a ella en el estómago, por lo que cayó al suelo retorciéndose.

Su esposo yacía en el suelo, pero ya las bajas pasiones y los tragos habían hecho estragos. Fue entonces que, según el expediente fiscal, José Israel le quitó el arma a su compañero y le disparó el tiro de gracia a Gilberto, quien quedó tendido en el lugar que se había convertido en su modo de vida en los últimos años.

Su esposa fue trasladada a un hospital, donde se debatió entre la vida y la muerte. Pudo recuperarse y contar los detalles de lo sucedido. Luego de 45 días de estar hospitalizada, fue dada de alta, pero una infección generalizada a consecuencia de las heridas que le dejaron las dos balas que le perforaron los intestinos murió 17 meses después del ataque.

Nuevo juicio

Por esa razón, cuando se celebró el juicio en contra de estos dos policías se catalogaron dos homicidios. Fue el Tribunal Tercero de Sentencia quien conoció el hecho y el juez los condenó a 20 años de prisión a cada uno (10 por cada víctima). Sin embargo, la defensa apeló la decisión y la Cámara Tercera de lo Penal decidió anular el juicio y que se repitiera.

El caso ahora está siendo ventilado en el Tribunal Cuarto de Sentencia de San Salvador y ha comenzado a escuchar los peritos en el caso, pero fue suspendida para poder escuchar a otros testigos que no asistieron a la instalación de la audiencia.

El juicio continuará el próximo 11 de julio, en el que se pretende que finalice el desfile de la prueba testimonial, pericial y documental y el juez finalmente dicte el fallo en que se condenen o se absuelvan del crimen.