Un recluso del penal de Cojutepeque, ciudad de Cuscatlán, fue reportado muerto esta mañana. Las causas de su muerte no han sido esclarecidas.

El personal de la Dirección General de Centros Penales (DGCP) confirmó el hallazgo del cadáver, identificado como Francisco Javier Calderón Vargas, de 36 años, y quien cumplía una condena de 25 años por el delito de homicidio.

Personal de la Unidad de Mantenimiento y Orden (UMO) de la Policía Nacional Civil (PNC) fue enviado al recinto para controlar a los reos, en caso de una trifulca.

La Policía presume que los reclusos podrían estar en contra de que el centro penal sea clausurado, como lo anticipó ayer el director de centros penales, Rodil Hernández, y que podrían manifestarse de alguna manera, pero aseguran estar preparados.  

Esa cárcel es una de las que el gobierno ha ordenado intervenir con las medidas extraordinarias para evitar que desde el interior se sigan ordenando el cometimiento de delitos.

Pese a estar bajo ese régimen de aislamiento, hace tres días las autoridades reportaron el hallazgo de celulares, un panel solar para cargar aparatos electrónicos, accesorios de celulares y drogas dentro de las celdas, lo que indica que en el centro penal no están funcionando las medidas.

Algunos expertos aseguran que debido a que la cárcel está en la zona céntrica de Cojutepeque, es imposible aislar la señal para hacer llamadas por celular.

Sin embargo Hernández aseguró que ya ha ordenado la investigación de 17 empleados de dicho penal y ordenó la destitución de dos empleados de la cafetería.