Al menos unos siete salvadoreños en Estados Unidos y México que no pudieron regresar al país por cierre del aeropuerto internacional, al inicio de la emergencia por coronavirus, pagaron a “coyotes” para poder regresar a El Salvador.

Fue el vicepresidente Félix Ulloa quien dio a conocer la situación y advirtió que estas personas incurren en ilegalidades y puede poner en peligro a los ciudadanos.

Desde hace algunas semanas el Gobierno puso en marcha el plan de repatriación de los varados, después de una sentencia de la Sala de lo Constitucional; sin embargo, han persistido algunas molestias por el tiempo que habría que esperar.

Algunos optaron por buscar “coyotes” en los países que se encontraban, principalmente en Estados Unidos y México para regresar.

“Por lo menos son siete personas que han entrado por puntos ciegos introducidas por coyotes, estaban pagándoles y buscándolos aún en Estados Unidos y México para que los hagan entrar a El Salvador”, indicó el vicemandatario.

Las leyes salvadoreñas ordenan a ingresar por puntos de control como fronteras habilitadas y aduanas a todo aquel que desea entrar.

“Esto tiene dos consecuencias, uno que se está violando la ley y están sujetos a ir a prisión y lo segundo, y lo más grave, es que pueden ser una fuente de contaminación porque entró por punto ciego y no sabemos si viene (contagiado)”, dijo Ulloa.

Sobre este punto recordó que en aduanas hay un protocolo que todo el compatriota que regrese debe pasar por una revisión médica y después es enviado a los centros de contención como medida preventiva.

Entrar por un punto ciego implica no pasar por controles sanitarios y si es portador del virus, en el caso de los asintomáticos, puede contagiar a su familia sin saberlo.

A principios de mayo, el secretario jurídico de la presidencia, Conan Castro, aseguró que 850 connacionales varados tenían el virus y estaban siendo atendidos en los países donde se encontraban.