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Sucesos - Centros Penales

Estas son las tarjetas de saldo telefónico que ocupaban los presos en las cárceles salvadoreñas

Además de las denominaciones de cada una de las tarjetas, se puede observar en la de $10 algo, cuanto menos, curioso. La familia del reo pagaba por la tarjeta de $10, pero recibía $2 de saldo extra. “+$2 de saldo gratis”, se lee bajo la cifra.

Tarjetas de saldo de reos en penales 2
Estas son las tarjetas de saldo telefónico que ocupaban los presos en las cárceles salvadoreñas

Con la llegada de las nuevas autoridades del gabinete de Seguridad se han implementado otras medidas en el ramo buscando  cortar completamente la comunicación de los líderes de las pandillas recluidos en los Centros Penales con las estructuras a nivel nacional, para eso se decidió clausurar los teléfonos de los reclusorios.

Antes, los presos podían usar los teléfonos para llamar a un total de diez números distintos, previo pago en saldo de hasta $50 que depositaban sus familiares en las colecturías.

En algún momento del gobierno de Salvador Sánchez Cerén el monto se aumentó y se dejó en hasta $100 mensuales, según dijo en sus primeros días de gestión Osiris Luna, viceministro de Seguridad y director general de Centros Penales.

Una fuente de la Dirección General de Centros Penales (DGCP), proporcionó una fotografía de las tarjetas de saldo que ocupaban los reos. Era el mismo mecanismo que utilizan, aún, algunas empresas telefónicas, pago de dinero en efectivo por una tarjeta con un código que al insertarlo se acredita la cantidad pagada a la cuenta.

De acuerdo con la fuente, el diseño de las tarjetas que se aprecia en la fotografía data de 2015, en ese tiempo para atrás era otro.

En el diseño se logra apreciar el mecanismo de seguridad que se ocupa de manera normal en el país, una raspable que oculta un código de hasta 10 números.

Tarjetas de penales 1

Las tarjetas pertenecen a tres lugares distintos, el primero es el Centro Penal de Izalco, en Sonsonate, donde guardan prisión pandilleros del barrio 18 sureños.

La otra tarjeta es del Centro Penal de Quezaltepeque, donde están pandilleros de barrio 18 de ambos bandos, sureños y revolucionarios y la última pertenece al Centro Penal de San Francisco Gotera, un lugar priorizado con el programa Yo Cambio.

Además de las denominaciones de cada una de las tarjetas, se puede observar en la de $10 algo, cuanto menos, curioso. La familia del reo pagaba por la tarjeta de $10, pero recibía $2 de saldo extra. “+$2 de saldo gratis”, se lee bajo la cifra.

Tarjetas de saldo de reos en penales

Las tarjetas quedaron inservibles luego de que las nuevas autoridades decidieran cerrar por completo los teléfonos dentro de las cárceles, como una de las medidas para aislarlos por completo del resto de los grupos criminales.

De hecho, desde esta semana inició el plazo, según indicó la Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones (SIGET), donde las empresas telefónicas han bloqueado por completo la señal de telefonía y de datos móviles en las cercanías de los penales, todo como parte del plan Control Territorial.

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