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Sucesos - Maras se pasean libremente

El temor se apodera de residentes de La Cima IV: asesinatos y renta están a la orden del día

El último hecho de violencia se registró el pasado sábado, cuando dos hombres fueron asesinados a sangre fría por sicarios desde una motocicleta.

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Calle del Torogoz, donde ocurrió el doble asesinato el pasado fin de semana. Foto Diario El Salvador TIMES
El temor se apodera de residentes de La Cima IV: asesinatos y renta están a la orden del día

La muerte se pasea con toda impunidad por la residencial La Cima IV, al sur de la capital. El último hecho violento se registró el pasado sábado, cuando dos sicarios a bordo de una motocicleta dispararon e hirieron de muerte a dos hombres que departían en una tienda.

Según testigos, los hombres consumían cervezas a eso de las 9 de la noche en una tienda situada frente al parque Colibrí, en el punto de taxis, cuando fueron atacados.

Tras la balacera, y al ver a su amigo tendido sin vida, uno de los hombres intentó escapar pero fue perseguido y alcanzado a pocos metros, donde los sicarios lo asesinaron con arma de fuego.

Las víctimas fueron identificadas como Jorge Ernesto Vásquez, de 48 años, y otro hombre que solo fue reconocido como Axel, quien no portaba documentos. Las autoridades dijeron desconocer el móvil del crimen, ya que al parecer no tenían signos de ser miembros de pandillas.

Vecinos lamentaron atemorizados que las autoridades no hagan nada al respecto, aún sabiendo que gran parte de la violencia en la zona, que afecta a la Cima 3 y 4, proviene desde colonias vecinas, “donde se mueve buen número de mareros”, dijeron.

“Este es un lugar solitario, la gente no sale de sus casas por temor a que les vaya a pasar algo”, dijo una mujer que pidió no ser identificada, y añadió que en dicha colonia “todo mundo se encierra temprano”.

Hace un mes un microbús escolar fue asaltado al mediodía por un grupo de delincuentes que se llevaron las pertenencias de adolescentes y niños que regresaban de sus centros escolares.

De la misma manera, los negocios de la zona se han visto afectados, ya que tienen que pagar renta a mareros, que además les exigen recargas a teléfonos celulares, denunciaron a Diario El Salvador TIMES.

“Eso todos lo saben, pero nadie dice nada por miedo. La policía aquí pasa y vienen a cenar a una pupusería todas las noches pero después se van”, dijo otro residente de la zona.

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