Cinco miembros de la pandilla 18 murieron por una purga interna de la misma pandilla. Los fallecidos tienen varios golpes y signos de asfixia, según información oficial.

Se ha decretado estado de emergencia. Por el momento se buscan más cuerpo al interior del centro de resguardo de penas.

La Dirección General de Centros Penales trabaja en la inspección del hecho violento ocurrido en el complejo Izalco fase 1. Tanto la Policía Nacional Civil (PNC) como a la Fiscalía General de la República (PNC) han iniciado las investigaciones, mientras que Medicina Legal debe llegar para realizar el informe forense y levantar los cuerpos. 

En enero pasado, la jefatura de la Policía Nacional Civil (PNC) realizó el traslado de 50 pandilleros de una estructura criminal que se encontraban en las bartolinas del sistema de emergencia 911 de Sonsonate a los penales de Izalco y Apanteos (Santa Ana). 

De acuerdo a lo relatado por el director general de Centro Penales, Marco Tulio Lima, los hechos ocurrieron cuando elementos de seguridad iniciaron el conteo de los reos y se dieron cuenta de que habían personas lesionadas, pero en realidad ya estaba muertas.

Los cadáveres presentaban lesiones en diferentes partes del cuerpo y mostraban señales de que fueron asfixiados. Los cinco cuerpos fueron distribuidos en cuatro celdas: en la dos, en la tres, en la nueve y en la 10.

Lima indicó que esto podría tratarse de "operaciones de limpieza" dentro de la pandilla 18, debido a que ocurrió este tipo de operativo hecho por los reos del penal de Quezaltepeque.

Comunicado de Prensa pic.twitter.com/2uunksmrC8

— Centros Penales DGCP (@Comunica_DGCP) 12 de abril de 2019