Alrededor de 20 clínicas están siendo investigadas por ofrecer tratamientos médicos que curan en un 90% de enfermedades como cáncer, lupus, hipotiroidismo, inflamación del colon, esclerosis múltiple, artritis y otras enfermedades crónicas. La Dirección de Medicamentos ha iniciado investigaciones junto con la Fiscalía en los establecimientos ubicados en Santa Ana, San Miguel, Sonsonate y otros puntos del país.

Vicente Coto, director de Medicamentos dijo que el esquema de tratamiento de estos negocios es a través de ondas bioenergéticas o magnéticas, cuyo mecanismo funciona a través de ultrasonografía, que -según dichos establecimientos- podían, incluso, realizar modificaciones genéticas de la enfermedad y curar de mortales padecimientos como el cáncer.

Extraoficialmente se ha conocido que por este tipo de tratamientos, las personas, han pagado entre $ 2,000 y $5,000 y posiblemente más. Una gran parte de los pacientes, según Coto, son extranjeros que viajan a El Salvador exclusivamente para tratar enfermedades a través de componentes que modifican la genética de las células en un mes.

“No hay un estudio científico que acredite la cura en este tipo de procedimiento. Es imposible realizar este tratamiento curativo en un mes. Si esto fuera cierto, los aplicadores de este mecanismo ya tuvieran grandes premios en la medicina a nivel internacional”, destacó Coto.

El funcionario agregó que las personas que realizaban estos tratamientos no son especialistas en el área de la salud. Por ejemplo, en la clínica que fue intervenida este lunes, había un arquitecto realizando los tratamientos.

Los aparatos importados fueron reportados en aduanas como partes de computadoras, máquinas para elaboración de joyas; sin embargo, se trata de equipo de ultrasonografía las que ingresaron al país, cuyo origen de fabricación es chino.

Las autoridades mantienen un proceso de investigación para determinar si se trata de una red que operaba bajo este esquema curativo, sin embargo, será el Consejo Superior de Salud el encargado de realizar las investigaciones y la clausura.

“Nosotros solo intervenimos en estas clínicas porque las máquinas ingresaron de forma irregular y porque cuya aplicación no es la adecuada, porque las ultrasonografías no curan el cáncer o la insuficiencia renal, solo sirven para examinar el interior”, recalcó,

La DNM se desmarcó de todo tipo de procedimientos contra la clínica, ya que su jurisprudencia los limita a un proceso judicial para el retiro del equipo médico utilizado erróneamente. Las clínicas, mientras tanto, podrían continuar abiertas hasta que haya intervención del Consejo Superior y será esta instancia la encargada de ordenar el cierre definitivo y  lo judicialmente pertinente por este tipo de estafas.

“Esa ya no es competencia nuestra, se debe presionar al consejo de Salud para que proceda con la respectiva clausura y los que ofrecen estos tratamientos no sigan engañando a las personas”, explicó Coto.

El viernes anterior se dio a conocer de la primera clínica intervenida y denunciada ante la Fiscalía General de la República.