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Sucesos - Ocurrió en San Salvador

Vigilante a secuestrador de su nieta: "No la matés, casate con ella y te doy mi casa"

Al no poder pagar los $15,000 de rescate, el hombre intentó negociar desesperadamente por otra vía con los secuestradores. Uno de los imputados señala que ha sido acusado injustamente.

Joven secuestrada
Vigilante a secuestrador de su nieta: "No la matés, casate con ella y te doy mi casa"

Pese a que su trabajo es proteger, un vigilante no pudo evitar el secuestro de su nieta quien fue asesinada al no poder pagar el dinero de su rescate. Uno de los tres procesados se desligó de los hechos y aseguró que la Policía ideó un plan para acusarlo injustamente.

Sujetos fuertemente armados secuestraron a la joven en una populosa colonia de San Salvador y le exigieron a la familia $15,000 por su rescate. La única fuente de ingresos con que contaban los familiares de la víctima eran los $188 que el vigilante ganaba al mes, por lo que al no poder pagar el dinero exigido, la joven fue violada, torturada y asesinada.

En su defensa, uno de los acusados -identificado como Jorge Enrique Prado Gutiérrez-  presentó como testigo a su esposa, quien alegó que al momento de ser capturado este la llevaba con una pierna quebrada y en estado de embarazo hacia la casa de su hermana. Los demás acusados por el delito de secuestro se encuentran en libertad bajo medidas sustitutivas.

El 3 de diciembre de 2010, Jaime (cuyo nombre ha sido modificado por régimen de protección) realizaba sus rondas de seguridad en la empresa para la cual trabajaba, pero una llamada de su esposa puso fin a la tranquilidad que caracterizaba al hombre de casi 70 años.

En la llamada, María (cuyo nombre también ha sido cambiado por seguridad), le informó que su nieta había sido secuestrada cuando había salido a comprar golosinas a una tienda cercana a su casa a media mañana. Según testigos del hecho, tres hombres a bordo de un pick-up la raptaron.

Luego de casi una hora de incertidumbre, Jaime recibió una llamada de un número desconocido, en la que un sujeto le preguntó “¿Cuánto vale la vida de tu nieta?”. La interrogante desconcertó al hombre quien exigía saber sobre el paradero de la secuestrada pero, sin darle tiempo para una respuesta, los secuestradores colgaron la llamada.

Pasados unos minutos, Jaime recibió otra llamada; era el mismo tipo que lo cuestionó en la primera ocasión e insistía en poner un precio a la vida de la secuestrada, a quien sus cómplices hicieron gritar de dolor para demostrar que se trataba de algo serio.

Desesperado, Jaime intentó hacer consciencia en los secuestradores alegando que él no tenía dinero para pagar por el rescate; además les ofreció una casa y que su nieta se casara con uno de los captores si era eso lo que querían.

"No la matés, casate con ella y yo te doy mi casa", suplicó Jaime desesperado, pero ante su oferta, los secuestradores le respondieron: "a nosotros no nos interesa ella, queremos el dinero y cuidado si hacés alguna pendejada y nos delatas con la jura".

Al ver que la negociación no avanzaba, los delincuentes rebajaron el monto exigido por la liberación de la mujer. “Danos $1,000 en una bolsa con basura”, fue la indicación que le dieron.

Pero incluso los $1,000 eran una cantidad fuera del alcance del vigilante, quien solo logró reunir $500, dinero que fue aceptado por los secuestradores a altas horas de la noche del día del rapto, acordando su entrega para el día siguiente.

Un día después, el 4 de diciembre de 2010, Jaime recibió varias llamadas, en las que se percibía el sonido de llanto de su nieta al fondo y se le indicó que llevara el dinero a la plaza Barrios de San Salvador. Al lugar fue acompañado por elementos de la División Contra el Crimen Organizado (DECO) quienes tenían un plan para capturar  los delincuentes.

Estando en la plaza Barrios, Jaime recibió una nueva llamada en la que los captores le ordenaron moverse hasta el Redondel Integración. A eso de las 11 de la mañana recibió una segunda llamada en la que se le ordenó tirar el dinero y esperar las indicaciones para reencontrarse con su familiar.

Posterior a la entrega los cinco grupos de la DECO le dieron seguimiento a tres de los sujetos involucrados en el hecho, a quienes detuvieron en dos operativos realizados en las colonias Valle Verde y Popotlán, ambas del municipio de Apopa.

Según el expediente judicial, Jorge Enrique Prado Gutiérrez fue detenido con el vehículo en el que se cobró el dinero del secuestro cuando se desplazaba por la carretera Troncal del Norte, a la altura del municipio de Apopa.

El reporte policial señala que al momento de su captura Prado Gutiérrez tenía en su poder $54 e iba acompañado de su esposa y su hija, a quienes llevó a la casa de su cuñada en la colonia Flor Blanca. antes de ser trasladado a la delegación policial.

Mientras que en la colonia Valle Verde fueron capturados William Alexander Cabezas y Juan Carlos Mena, quienes tenían en su poder dos pistolas y $320 en efectivo, que eran los billetes proporcionados por Jaime, lo que se pudo constatar revisando el número de serie de estos.

El calvario de no encontrar a su nieta

Minutos antes de la captura de los tres sujetos, Jaime recibió una llamada en la que se le aseguraba que su nieta estaría en el parque zoológico, lugar al que acudió desesperado a buscarla.

Luego de recorrer varias veces el parque, Jaime tuvo que salir del lugar ya que era hora de cierre. Sus esperanzas de encontrar con vida a su nieta se diluyeron cuando todas las personas que visitaban el zoológico salieron y no la vio.

Desconsolado, el vigilante se sentó afuera del parque con la esperanza de ver salir a su nieta, pero pasaron las horas y ella nunca apareció.

Después de ese día, pasaron once largos y angustiosos meses en los que el vigilante acudía a cada una de las escenas de homicidio en las que se informaba que la víctima era una mujer, pensando que podía tratarse de su nieta.

Fue hasta a inicios de noviembre de 2011 que un grupo de investigadores le informaron sobre el hallazgo de un cementerio clandestino en el que un cadáver presentaba ropa similar a la que portaba su nieta el día de su desaparición.

Acompañado de esposa, Jaime acudió al lugar para reconocer las pertenencias de la joven, que efectivamente eran de ella. Su identidad se comprobó mediante un examen de ADN el cual demostró que la nieta del vigilante fue asesinada el mismo día que sus captores cobraron el dinero.

Los hechos impactaron tanto en la familia de Jaime que a raíz de la tragedia la familia se desintegró por completo.

Uno de los imputados se defiende

Durante la vista pública realizada en el juzgado Especializado de Sentencia “B”, Prado Gutiérrez alegó por su inocencia manifestando que la PNC lo involucra en el caso para poder presumir de resultados.

La versión de Prado sostiene que uno de los agentes que lo capturó le atravesó la patrulla cuando él se desplazaba por la carretera Troncal del Norte en compañía de su familia.

El acusado recuerda que el agente le manifestó que él era investigado por un caso de placas falsas que portaba el vehículo, por lo que incluso llevó al agente hasta su casa para presentarle la compraventa del automotor y que todo se encontraba en regla.

Pese a ello, el agente le pidió que lo acompañara a la sede de la DECO, pero antes tuvo que pasar dejando a su mujer e hija a la casa de su cuñada, debido a que su pareja tenía una pierna quebrada y en estado de embarazo.

El procesado sostiene que todo es un invento de la Policía para que el caso no quede en la impunidad, pero alega sobre su inocencia.

La jueza a cargo del caso dará a conocer el fallo el próximo viernes a las 3:00 de la tarde en el centro judicial de San Salvador.

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