A mi la señora no me cae bien, pero no se puede negar que Antiguo Cuscatlan es un lugar muy bonito y relativamente seguro.
Y al final eso es lo que debemos buscar los salvadoreños funcionarios que trabajen y que sus obras se vean, no importa el color político por el cual hayan llegado. Por ejemplo en Mejicanos es innegable el trabajo que ha hecho y sigue haciendo Simón Paz, en Antiguo Cuscatlan el caso de doña Milagro Navas y en San Salvador lo que dejo hecho Bukele.