Noventa y cinco pandilleros enfrentarán juicio acusados de los delitos de homicidio agravado, feminicidio agravado, agrupaciones ilícitas, siete casos de extorsiones, actos preparatorios para tráfico ilícito, hurtos, robos y simulación de delitos.

Después de enfrentar la audiencia preliminar, el Juzgado Especializado de Instrucción C decretó que los imputados pasen a juicio.

Entre las víctimas están cinco mujeres, a quien los delincuentes las habrían asesinado por creer que eran informantes de la Policía Nacional Civil (PNC).

Entre los feminicidios está el caso de una madre y su hija, a quienes les quitaron la vida la madrugada del 16 de febrero de 2018 en su casa ubicada en el municipio de San Luis Talpa. Los mareros creían que era informantes de la PNC y las acribillaron a balazos, según la acusación.

Otra de las víctimas es un agente de la Policía.

Según la Fiscalía, los homicidios los ejecutaron en los departamentos de San Vicente y La Paz en 2018.

Los terroristas denominaron "Chorro Abierto" a la serie de asesinatos cometidos contra los que señalaban de informantes.

Dicha operación consistía en que (sin tener que pedir autorización de los jefes de la clica) se daba luz verde para matar a las personas bajo la idea de que pasaban información a la Policía.

De acuerdo con fuentes policiales, los mareros deben pedir permiso a los cabecillas mediante escritos formales para matar a los que ellos consideran "ratón come queso" (informantes).