María Lidia Torres Sánchez, de 28 años, es acusada de envenenar a su hija de 4 años cuando, según la Fiscalía, la obligó a ingerir dos pastillas de sulfato y después se intentó suicidar con Gramoxone.

La madre de Lidia y abuela de la menor se encontraba en misa mientras que el esposo cuidaba el ganado cerca de donde residían cuando sucedió el lamentable hecho. 

El abuelo escuchó los gritos y llantos de la nieta, por lo que corrió y la encontró en el patio llorando, en tanto que la madre vomitaba. El anciano le preguntó ¿por qué lo había hecho? Lidia no respondió, solo temblaba.

“Ella me decía que se iba a dar veneno, como en tres veces me lo dijo… Le dije que no fuera a hacer eso. Sufrí con paciencia el mal, pero no te vayas a tomar eso”, fue la recomendación que señora hizo a Lidia.

Relató que la niña era cariñosa, sociable, le gustaba dibujar y pasar la mayor parte del tiempo con ellos.

Cree que su hija cometió el hecho debido a la enfermedad mental que padece.

"No vayas hacer eso, sufrí con paciencia el mal, pero no te vayas a tomar el veneno", vuelve a recordar con insistencia las advertencias que le hacía a su hija.

Trastorno mental de hace dos años

El trastorno mental que atormenta a Lidia lo sufre desde hace dos años y se cree que eso la llevó a tomar la fatal decisión.

“Ella (Lidia) era cariñosa con la niña, cuando la mente la tenía bien… la besaba y la acostumbraba a dormir en su brazo”, relata la abuela de la menor.

El excompañero de vida y padre de la menor se separó de Lidia y vive en otro lugar.

Por el momento, Lidia está ingresada en el Hospital Nacional de Ilobasco, Cabañas, donde se recupera de los efectos que le provocó el Gramoxone, ella se encuentra bajo custodia policial y será acusada de homicidio agravado.

El hecho ocurrió el domingo 26 de enero en el caserío Arenera, cantón Huerta, municipio de Ilobasco.