Sandra Jeannette Rivas Leiva, de 33 años, y su esposo, José Nicolás Granados Cuéllar, de 34, han sido acusados por la Fiscalía General de la República (FGR) de hurto agravado en perjuicio de un negocio —donde ella trabajaba— por una cifra que puede llegar a los $187 mil.

Además de hurto se les señala de uso y tenencia de documentación falsa y falsedad material, todos en perjuicio de Carlos Muñoz, quien ya falleció, pero que está siendo representado por sus hijas.

De acuerdo con el requerimiento fiscal que se presentó en el Juzgado 10° de Paz de San Salvador, Rivas Leiva trabajaba desde 2016 como administradora del negocio Casa Muñoz.

Las hijas de Carlos Muñoz ordenaron una auditoría a las cuentas del negocio, donde después de efectuada se determinó que había un faltante de 187,418.

De acuerdo con la Fiscalía, ese faltante se debe a que Rivas Leiva emitió una serie de cheques, para lo cual no tenía autorización, a favor de su cónyuge, José Nicolás Granados Cuéllar, para que los cobrara.

La mujer fue capturada el 15 de febrero y fue presentada en la sede judicial, su esposo aún sigue prófugo y el juzgado decretó que el caso debe pasar a la fase de instrucción.

El juzgador decidió la instrucción con medidas alternas a la detención, es decir; los imputados deberán seguir el resto del proceso en libertad, pero tienen que presentarse a firmar al Juzgado de Instrucción que se les asignó.