• Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
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Alerta por Coronavirus, una oportunidad para hacer cosas diferentes

Alerta por Coronavirus, una oportunidad para hacer cosas diferentes

Desde que se inició el brote y los primeros casos del COVID-19 en Wuhan, China, en diciembre del año pasado. Al momento de escribir este artículo más de 160, 000 personas han sido contagiadas con el coronavirus o COVID-19. De este número de personas contagiadas y confirmados, alrededor de 6,000 han fallecido y más de 70,000 se recuperaron y están sanos. En las personas, se sabe que varias cepas del coronavirus causan infecciones respiratorias que pueden ir desde el resfriado común hasta los síntomas más severos de la enfermedad. Los coronavirus son una extensa familia de virus que causan enfermedades contagiosas de rápida propagación, el COVID-19 se ha convertido en una amenaza global. Por lo cual la Organización Mundial de la Salud (OMS) la ha declarado como “pandemia”. Ya que desde que se reportaron los primeros casos en China, lo que más se temía ha sucedido la enfermedad se ha expandido por casi todo el mundo.

El origen del virus sigue siendo una incertidumbre, un enigma, hay hipótesis que van desde calificarla como una conspiración, un ensayo de laboratorio, hasta nocivos hábitos alimenticios de esa comunidad asiática. Cierto o no, no se puede negar que el pánico que ha causado la propagación del virus ha llevado a caídas en las bolsas de valores, en los precios del petróleo e impactado negativamente en la industria del turismo y en la economía mundial, ha ocasionado una psicosis colectiva de inseguridad, vulnerabilidad y miedo de las personas que obligaron a los gobiernos de China, Italia, Estados Unidos, España, Alemania, Francia, y muchos más a tomar medidas drásticas para frenar el avance de la cepa; prohibición de eventos multitudinarios, suspensión de vuelos, cierres de fronteras, cuarentenas forzosas y voluntarias, restricción de la libre circulación, y a reforzar los distintos sistemas de salud públicos, que han sido en los cuales ha recaído la mayor parte de la atención de estos casos que presentan dificultades para una temprana detección que ayude a frenar la propagación. Indudablemente en esta coyuntura, mientras la crisis succiona la atención y los recursos de los países considerados ricos, para los países pobres la situación puede convertirse en una tormenta perfecta en forma de problema sanitario y de índole de catástrofe económica, porque disponemos de sistemas sanitarios precarios, con instituciones frágiles, con incipientes mecanismos de información, protección, planificación y atención ante escenarios adversos, como la pandemia del COVID- 19, porque sería insensato e inhumano de parte de los países ricos enfrentar una pandemia mirando solo hasta donde llegan sus fronteras políticas, sino porque nuestros recursos son limitados para enfrentar un eventual brote súbito de la enfermedad, que conllevaría a una crisis de múltiples proporciones en uno de los tres países del norte de Centroamérica que desde hace décadas se sitúa en el top 5 de las listas de los más miserables del continente. Por lo que en este contexto, acertado de parte del presidente de la república, Nayib Bukele, han sido las decisiones y medidas adoptadas a la fecha; la declaratoria de Cuarentena Nacional y la Alerta Roja con la que se pretende aliviar la velocidad de propagación del virus y las necesidades del recurso que conlleva en proporción al número de pacientes contagiados, la prohibición de eventos culturales, sociales, deportivos y religiosos, cierre de bares y discotecas, el cierre de fronteras para varios países de Europa y Asia, la restricción de la circulación e ingreso al país de personas que puedan ser portadoras del virus, implementación de cuarentenas monitoreadas por el Ministerio de Salud, el Estado de Emergencia Nacional por 30 días, decretado con 84 votos, y el Estado de Excepción por 15 días, aprobado con 58 votos a favor, 25 en contra del FMLN y una abstención, ambos por la Asamblea Legislativa, para tomar acciones preventivas y disponer de recursos que le permitan al país enfrentar el ingreso o posibles contagios del coronavirus.

Instrumentos y medidas consideradas oportunas, toda vez que como partidos políticos, gobierno central, gobiernos locales, asamblea legislativa, empresarios, sociedad, familia o individuo, las asumamos con responsabidad, sin interés político partidario, y sin mezquindad ni aprovechamiento económico de algunos malos empresarios, como pueden resultar pertinentes otras acciones complementarias en el sentido de prohibir el hacinamiento al interior de las unidades de transporte colectivo, prohibir o  limitar la circulación de toda unidad de transporte colectivo que emane un exceso de gases tóxicos de monóxido de carbono y dióxido de nitrógeno, como una medida de evitar estados gripales en general, monitoreo de mercados municipales, eliminar toda venta de comida  alrededor de los hospitales, garantizar el  abastecimiento de todos los productos de seguridad requeridos por los profesionales sanitarios para protegerse de posibles contagios, ejecutar de inmediato un plan de mantenimiento preventivo de todas las unidades de aire acondicionado que operan en la red hospitalaria, como una forma de eliminar la proliferación de virus y bacterias, como punto  central para proteger la salud  de médicos, enfermeras y todo personal hospitalario, que serán los que estarán al frente de esta batalla.