• Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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Negocios - San Salvador

Pupuserías sirven poco curtido por los elevados precios del repollo

Algunos comerciantes han limitado las raciones para recuperar algo de lo que invierten, los costos del repollo ha experimentado alzas de hasta 50 %.

 

 

Las raciones de curtido son más pequeñas en algunas pupuserías. Foto: El Salvador Times.
Pupuserías sirven poco curtido por los elevados precios del repollo

“Niña Mari, échemele más curtidito a las pupusas…”; “No puedo mija, ahorita está caro el repollo”.

Este diálogo ocurrió en una de tantas pupuserías que se encuentran en el centro de San Salvador donde quedó reflejado que un incremento en el precio del repollo hasta de un 50 %.

Esto se traduce en que algunas pupuserías han tenido que racionar las porciones de curtido a sus clientes para sobreponerse a las alzas y obtener algo de ganancia.

“Un salvadoreño no puede dejar de comer pupusas sin curtido, a mí me gusta servirme los volcanes de curtido para comérmelas. Es parte de nuestra identidad”, opinó Jorge Pérez, un consumidor, respecto a la forma en que se come ese platillo.

Según información proporcionada por vendedores mayoristas del Mercado La Tiendona, hasta hace tres meses 20 camiones ingresaban a diario con repollos a la central de abastos, cifra que en la actualidad se redujo a 10.

Los comerciantes creen que las alzas se deben a la poca producción que viene de Guatemala, y aunque también se abastecen con la producción de Las Pilas, en Chalatenango, aseguran que la demanda no se alcanza a cubrir.

“No hay mucho repollo en Las Pilas y de Guatemala están trayendo bultos de 10 unidades y los están dando a $14 y $15”, comentó María Cortez, mayorista.

Al detalle, el repollo pequeño se cotiza actualmente a $1, pero hace tres meses por la misma unidad el cliente pagaba $0.50; mientras que el grande se ofertaba a $1.40, antes el usuario pagaba $1.

En algunos mercados se venden bolsas de media arroba llenas con repollo rayado a $1; pero en estos días los compradores reciben por ese mismo precio la mitad del producto.

Prefieren mantener a los clientes

Silvia Aguirre tiene 26 años de vender pupusas, explica que en estas circunstancias ha tenido que conformarse a ganar poco para mantener a los clientes.

“La gente muchas veces me pide otra bolsita más (de curtido), y uno por agradar al cliente se la tiene que dar”, relata.

Añade que con la poca ganancia que obtiene apenas le alcanza para pagar la mensualidad del local donde tiene el negocio.

En promedio, este pupusera compra cada dos días un bulo de repollo que contiene 10 unidades a $14, cuando hace tres meses por el valor de $10 recibía 12.

“Yo me resigno a ganar poquito para mantener el cliente”, enfatiza la comerciante.

La bolsa con repollo rayado es vendida a $1, su costo se mantenía hasta hace tres meses en $0.50.

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