Con lágrimas en los ojos, Amber Kyzer pidió a un juez de Carolina del Sur, en Estados Unidos, que no sentencie a muerte al que fuera su esposo tras haber sido declarado culpable de masacrar a sus cinco hijos.

La mujer tomó la palabra luego de escuchar el veredicto del juez y le pidió piedad para Timothy Jones Jr, con el que estuvo casado y del que se divorció hasta 2012 y al que las autoridades declararon culpable por el brutal asesinato de sus hijos.

La mujer le dijo a la cadena internacional CNN que tras su divorcio ella perdió su trabajo, su vehículo y muchas de sus cosas, por lo que creyó que era mejor que sus pequeños estuvieran con su padre. “No tenía nada que ofrecer a mis hijos, no podía mantenerlos, como madre, tomé la mejor decisión que pude. Confié en mi esposo en ese momento, él prometió cuidar a nuestros hijos”, dijo a la CNN.

En agosto de 2014 llamó a sus hijos, como era una costumbre desde que se separaron, pero ese día notó que algo no andaba bien. Escuchó gritos de fondo que la desconcertaron hasta que alguien colgó el teléfono. Al llegar a la caso descubrió que el que fuera su esposo había masacrado a sus pequeños Mera, de 8 años, Elías de 7, Nahtan, de 6, Gabriel, de 2 y Abigail, de un año.

La citada cadena internacional consignó que el hombre se había declarado inocente, pero se descubrió que padecía de una enfermedad mental, por lo que luego de los alegatos de las partes el hombre fue declarado culpable.

“Él no mostró misericordia a mis hijos de ninguna manera. Pero mis hijos lo amaron y si hablo en nombre de mis hijos y no de mí misma, eso es lo que tendría que decir… No estoy aquí por mí. La mamá en mí quiere que él sienta todo lo que siento, lo que sintieron mis hijos. Nada justifica, nada justifica lo que has hecho”, consignó CNN.

La mujer dijo que se enteró hasta las audiencias que se desarrollaron la forma en cómo el hombre describió los asesinatos, los estranguló y ahogó con un cinturón o con sus propias manos y posteriormente lanzó los cuerpos en una carretera de Alabama.

“Me enteré junto a ustedes y al mundo lo que les había pasado a mis hijos. Así que, en retrospectiva, la mamá en mí decía ‘que muera, que muera, absolutamente’, pero desde el principio, he sostenido —no estoy a favor de la pena de muerte— soy una firme creyente en que no hay pena de muerte”, dijo Kyzer y consignó la CNN.