Andrew Jones, de 53 años, fue declarado culpable de asesinar y quemar el cadáver de un amigo suyo al descubrir que era el amante de su esposa, en un pueblo al sur de Gales, en el Reino Unido.

La condena por la muerte de Michael O'Leary quedó en firme el 19 de octubre de 2020.

Los hechos por los que Jones está preso ocurrieron el 27 de enero de este año cuando se hizo pasar por su esposa para comunicarse con su amante, lo citó en una zona verde donde lo atacó con un rifle.

Después de confirmar la muerte de O'Leary, el hombre tomó el cuerpo, lo envolvió en un plástico, lo metió al maletero de su carro donde lo mantuvo oculto por un día hasta que pudo ir a quemarlo.

Para tratar de que los familiares de su amigo no se preocuparan utilizó el teléfono de este y le envió a la madre un texto, haciéndose pasar por O'Leary para decir que se iba a suicidar, además de hundir el carro de la víctima en un río.

Inicialmente las acciones de Jones sirvieron para despistar a las autoridades, que creyeron que se trataba de un caso de desaparición.

En el transcurso de la investigación la Policía descubrió la relación extramatrimonial que Michael O'Leary mantuvo con la esposa de Jones, Rhiannon, y que ella tenía un segundo teléfono para concertar los encuentros.

Andrew Jones terminó confesando que había utilizado ese segundo teléfono para hacerse pasar por su esposa para que llegara al lugar donde murió, pero dijo que todo de trató de un accidente.

La justicia de Gales terminó descubriendo la verdad, de que todo se trató de una emboscada elaborada cuando localizaron cuatro casquillos del arma homicida encontrada en la casa de Jones junto con restos del cadáver en el fondo de un barril.

En la zona donde hallaron los casquillos descubrieron sangre en un montacargas por lo que decidieron excavar la zona encontraron fragmentos de hueso quemado que pertenecían a Michael O'Leary.

Con la evidencia, el Servicio de Enjuiciamiento de la Corona envió a la cárcel a Andrew Jones por 30 años por el asesinato de su amigo.