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Judiciales - Proceso judicial

Estafador en serie desfalca a madre e hijo por $18,950 al venderles dos carros chocados que importó de Estados Unidos

Luego de interpuesta las denuncias se enteraron que el hombre con el que habían hecho el trato está siendo procesado por el delito de estafa en cinco juzgados en diferentes etapas en perjuicio de cinco personas más. 

Venta de carro
Estafador en serie desfalca a madre e hijo por $18,950 al venderles dos carros chocados que importó de Estados Unidos

Una madre y su hijo llevan a los tribunales a un estafador enserie luego de que este les cobrara $18,950 para importar dos vehículos en malas condiciones que fueron traídos desde los Estados Unidos. El hombre lleva al menos cinco procesos judiciales por el mismo delito.

Edwin y Carolina (nombre modificados por seguridad) estaban convencidos de conseguir dos vehículos y pensaban ahorrar un poco de dinero exportándolos desde Norteamérica y fue a través de algunos amigos que conocieron a René, de 38 años de edad, quien se presentó como experto en el tema lo que generó confianza en sus clientes, quienes jamás imaginaron que serían desfalcados.

Según la relación de los hechos el sujeto cobró en varias fechas diferentes cantidades de dinero bajo la excusa de pagar aranceles y la reparación de algunos daños en los vehículos.

Todo comenzó en el mes de noviembre de 2016 cuando Edwin y Carolina se contactaron con René a través de Facebook, donde mantenía una página con una diversidad de vehículos que, según este, habían sido traídos desde el país norteamericano. El 18 de noviembre quedaron de juntarse en una pequeña oficina en las cercanías del Racho Navarra, en San Salvador.

El local era una casa común y corriente con un rótulo en la puerta que decía: “Aduanas Trans Auto”. Ahí, el hombre les mostró los vehículos. Fue entonces que se decidieron por dos, un Nissan del 2012 para María con un valor de $7,950 y un Kia 2009 para Jimmy valorado $5,500.

Ambos vehículos eran usados y por lo cual presentaban pequeñas imperfecciones que, según René, no representaban ningún inconveniente, ya que conocía a un mecánico que los podría reparar en menos de 15 días.

Los compradores no le vieron ningún inconveniente por lo que decidieron aceptar el negocio, solo necesitaban hacerle un pequeño examen para ver si estaban habilitados para hacer la importación.

El 28 de noviembre Carolina recibió una llamada de René, donde la felicitaba por haber sido seleccionada junto con su hijo y para iniciar el proceso, pero debía de entregarle $4,150 los cuales serían para el pago de aranceles en la aduana. A los pocos minutos de la llamada, él llegó a su casa donde recibió el dinero y a cambio le entregó “un pedazo de papel rayado” como factura.

El 30 de noviembre María le entregó los $13,450, el total a cancelar de ambos vehículos para su posterior importación desde Estados Unidos hacia El Salvador. Tanto Edwin como Carolina se sentían felices de poder obtener, dentro de unos días, lo que estaban esperando.

Fue hasta el 18 de diciembre que se volvieron a reunir en la oficina del negocio. La primera impresión fue descontento ya que los daños que habían visto en las primeras imágenes distaban mucho de las observaron en persona. René salió al paso y les explicó que estos desperfectos desaparecerían luego de pasar por un mecánico de confianza que tenía un establecimiento sobre la Juan Pablo II, en el centro de la capital, sin dar mayores detalles le dijo que estarían en 15 días.

Pasaron las semanas y los clientes no veían claro cuándo sería la entrega. Bajo esa incertidumbre René volvió a llamarlos para solicitarle $1,350. Les explicó que estos servirían para concluir con la reparación, nuevamente volvieron a acceder.

El tiempo se prolongó hasta dos meses y estos seguían esperando. Durante ese tiempo ambos le llamaron de manera constante para obtener una respuesta sin embargo, René respondía con diversas escusas que los llevaron a un sinfín de dudas.

Entonces, como estrategia, decidieron realizar un contrato de compraventa para poner a su nombre los dos vehículos, documento que fue firmado por el sujeto el 18 de marzo bajo el término que debían de ser entregado en 30 días o menos.

Pero el hombre volvió a engañarlos, ya que pasado ese tiempo no les entregó nada. Debido a la presión que María y Edwin les explicó que le entregaría todo el dinero pero solo devolvió $2,500 de los $18,950. Luego René desapareció sin dejar rastro.

Las víctimas interpusieron la denuncia y fue en ese momento que se enteraron que René está siendo procesado por el delito de estafa en cinco juzgados en diferentes etapas en perjuicio de cinco personas más.

El proceso judicial de Edwin y Carolina llegó a la última etapa donde se espera que el juzgador del Tercero de Sentencia de San Salvador dé una resolución durante el juicio el cual se establecerá en los próximos días.

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