La muerte de George Floyd desencadenó protestas feroces en varias ciudades de Estados Unidos causando muertes y destrozos en negocios y hasta iglesias.

Precisamente unas de esas iglesias incendiadas fue la San Juan, la cual está cercana a la Casa Blanca en Washington, capital de la nación estadounidense.

Según publicación de la cadena RT, la sexta jornada de protestas movilizó centenares de personas e intensos enfrentamientos con la Policía.

El incendio en la iglesia tildada de histórica ocurrió poco después de que el rector de la iglesia, Rob Fisher anunciara que el templo había sido reforzado y sus objetos de valor fueron puestos a salvo después de sufrir del vandalismo y manchar de grafitis sus paredes.

Varios incendios fueron registrados por las autoridades en las cercanías de la residencia presidencial, e incluso, como algo histórico, las luces de la Casa Blanca fueron apagadas por seguridad.

Las movilizaciones de manifestantes en contra del abuso policial se extendieron durante el fin de semana en todo el país en donde hubo confrontaciones en las afueras de la residencia presidencial.

También la Guardia Nacional se activó en Washington para apoyar a la policía local y calmar la situación.