• Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
  • Actualizado 18:27

El Estado Islámico, el islam y la extrema izquierda

El Estado Islámico, el islam y la extrema izquierda

Vivimos en tiempos de guerras. Siempre ha sido así, solo que muchos han querido ocultarlo tras un positivismo ilusorio. Desde el surgimiento de la hegemonía de la raza humana en la escala evolutiva el enfrentamiento bélico, en sus diferentes formas, ha sido la característica especial y diferenciadora de nuestra esencia violenta. La historia no nos miente al concebir este análisis comparativo sobre el conflicto entre humanos. Al no aceptar esta realidad, solo contribuimos a no ver lo oscuro que podemos llegar a hacer.

Por esa razón, examinar las guerras nos permite conocernos mejor y la necesidad de analizar  la sombra destructora del terrorismo. Un tema  que  está en su apogeo como fuente de violencia irracional. ¿Por qué? La actual integración  entre el fanatismo e intolerancia religiosa, representado en ISIS –Estado Islámico-  se lleva el premio de mayor expresión de deshumanización  en este momento histórico actual. 

El  ISIS aparece en el 2010 cuando Abu Bakr al-Baghdadi  queda a cargo de la división terrorista de Al Qaeda en Irak, dándose un sisma entre facciones yihadistas posteriormente. Al Qaeda los termina expulsando  por “extremistas”, pero en ningún momento se convierten en enemigos militares ni se separan de sus objetivos de expansión del islamismo.

Dentro de este entorno geopolítico,   las crisis provocadas por la “Primavera Árabe” en Siria le dieron más fuerza al ISIS. La guerra civil siria, donde se enfrenta el dictador  Bashar al Assad contra grupos rebeldes en busca de derrocarlo, fue el perfecto caldo de cultivo para que el Estado Islámico ganará más fuerza. Esto permitió un salto organizativo con la expansión de su influencia bélica e ideológica teocrática extremista.

Las divisiones en Irak entre el gobierno chiíta y la minoría sunita le dieron ventajas estratégicas a los yihadistas. Las deserciones de soldados y mandos medios del ejército  de Irak  fueron fundamentales para el permanente flujo de armamento y hombres para ISIS.  Gracias al tráfico y ventas ilegales de armas realizadas en el vacío de poder en dicho país, ISIS tomó mayor relevancia militar.

El estado de  inestabilidad regional  permite al  Estado Islámico en Irak  expandirse hacia Siria. Logran victorias militares, aseguran dominio sobre ciudades enteras donde inicia el genocidio de  aquellos que no aceptan la estricta Sharia o ley islámica. En busca de financiamiento, comienzan a cobrar impuestos sobre las zonas controladas y reclutan simpatizantes fanáticos algo recurrente en la actualidad en los países musulmanes

El financiamiento del Estado Islámico 

En un inicio, y fundado en las relaciones geopolíticas de la zona, el ISIS logró grandes cantidades de ingresos  de países como Qatar- sede de un mundial de fútbol- y Arabia Saudita. Estas naciones que tienen en común ser sunitas, pensaban que podrían derrocar a Al Assad en Siria al brindar apoyo al ISIS. Assad todavía se mantiene en el poder a costa del genocidio de su mismo pueblo y gracias al apoyo del gobierno de Putin. El Estado Islámico se aprovechó de este conflicto para poder expandir su régimen criminal, demostrando que en esa zona del mundo no son los occidentales – infieles- sus enemigos, sino ellos mismos por la confrontación entre sunitas,  chiitas y  alauitas ( Al Assad)

En Siria e Irak el mal llamado “Califato”, tomó bajo su control yacimientos gasíferos y de petróleo. El grupo terrorista se nutre de las extorsiones e impuestos sobre la población subyugada a su dominio del terror. Por eso, pueden adquirir una  gran cantidad de material bélico, suministros y mercenarios occidentales islamistas  Esto ha convertido a este grupo  en el más poderoso del mundo. El ISIS no es la ETA, IRA , Hamas  o Sendero Luminoso, es un ejército de visión musulmana que busca expandir el islam radical a fuego y sangre.

Gracias a este control de medios de producción petroleros y de gas,  ISIS maneja 2.200 millones de dólares, según fuentes francesas ligadas a centros de análisis del terrorismo yihadista, lo cual les da toda la posibilidad de financiar actos desestabilizadores  en cualquier lugar del mundo, golpes de estado, grupos terroristas y gobiernos pro-islamistas. Solo se necesitan células  radicales-yihadistas encubiertas bajo la tolerancia Occidental para que el ISIS penetre en la zona. Eso deja  en qué pensar.  ¿Por dónde podría entrar el dinero de estos terroristas islamistas a la región?

La extrema izquierda no critica al ISIS

¿Alguna vez se ha visto alguna marcha contra el ISIS por parte de la extrema izquierda? ¿ Al cantante del  Calle 13 René Pérez Joglar, alias Residente, hablando directamente contra el Estado Islámico y el yihadismo en sus conciertos masivos ? ¿Se queman banderas  de esas bandas terroristas por parte del lumpen radical  en protestas donde arden las figuras del “Tío Sam”, la estrella de David judía e íconos religiosos judeo-cristianos?  No se dan esas acciones de protesta     y nunca lo harán.  La extrema izquierda siente un nexo subconsciente con estos grupos, los une el odio a Estados Unidos, el Estado de Israel, los judíos  y los valores democráticos occidentales. Ven en estos sujetos, disfrazados de Mahoma, como a guerrilleros  que luchan contra coyunturas  injustas por la opresión ejecutada por países colonialistas. Naciones donde la violación de derechos humanos es el pan de cada día y que cualquiera es condenado a muerte por alguna disidencia política, hasta ellos mismo serían presa de la horca al hablar   un discurso feminista, pro-aborto o revolucionario.  Recordemos que la visión de la extrema izquierda se ha ido deformando más en los últimos años  y ahora guardan silencio o justifican actos de venganza terroristas de la forma más desvergonzada y de doble moral.

En España, PODEMOS , un partido  político de extrema izquierda  que se le acusa de ser financiado por el régimen chavista y tener nexos con Irán,  se niega a firmar el pacto antiyihadista, impulsado por varios partidos políticos y sectores del espectro ideológico español. Esto muestra la poca voluntad de querer enfrentar al enemigo terrorista por parte de este sector político caracterizado por su silencio o casi nula crítica hacia los atentados por parte de los criminales islamistas.  Sus grupos en redes sociales son los principales justificadores del terrorismo islamista.  Una herencia de la visión oxidada de la izquierda más añeja que añora la Guerra Fría y ensalzan  a líderes populistas que tampoco toman posiciones duras en sus discursos contra el terrorismo como son Evo Morales, Nicolás Maduro y Raúl Castro, quienes  llaman aliados a la dictadura teocrática iraní.

Otros de las mentiras de la extrema izquierda,  es que ISIS fue creado por Occidente, culpan directamente a Estados Unidos e Israel. Un ejemplo más de la paranoia que sufren este tipo de fanáticos herederos de la ideología del genocida de Stalin y Mao. Estados Unidos cometió un error y fue no eliminar los reductos de Al Qaeda  en Irak y la política de la diplomacia de Obama frente al terrorismo inminente en esa zona. Israel no ha sido atacado por el ISIS, pues conocen que el estado dirigido por Benjamín Netanyahu no haría ningún tipo de acción limitada a la hora de atacarlos.

De esta forma, la extrema izquierda, no la centro-izquierda, esconde la cabeza frente al terrorismo de ISIS. ¿Por dónde podría entrar el ISIS y su dinero a Occidente? Bueno está podría ser una puerta abierta para la penetración del yihadismo a América Latina. 

La guerra santa del islam

La  larga lista de atrocidades cometidas por el Estado Islámico desde su creación y trasmitidas por los medios de comunicación  y redes sociales fue una de las grandes victorias de esta banda criminal sobre Occidente. Los impactos mediáticos realizados son esa larga lista de videos de decapitaciones a rehenes, las cuales se convirtieron en la primera parte de su ofensiva del terror.

De ahí los atentados terroristas  en el Museo del Bardo, en Túnez; la revista Charlie Hebdo , una mezquita en Yemen, Francia, Kuwait, Túnez, Somalia, Siria, Alemania  demuestran como la guerra es global. ISIS  tiene infiltrados en los barrios musulmanes apoyos con células terroristas. En este sentido, los países de Europa no pueden controlar los movimientos de estos criminales que son protegidos por grupos de extrema izquierda y que tienen en común el odio al sistema de valores democráticos de Occidente. Estos sectores que están usando una falsa visión de derechos humanos para evitar el censo  y deportación de cualquier sospechoso de actividades criminales yihadistas, tendrían que ser investigados por complicidad en la muerte de civiles en la actual guerra.

ISIS emplea el pavor con un rigor absoluto en Irak y Siria. Lapidaciones de mujeres adúlteras, asesinatos de homosexuales y exterminios masivos de quienes no siguen al pie de la letra las reglas islámicas. Sobre esto no se quejen los organismos musulmanes en territorios occidentales ni los imanes que predican una doctrina más tolerante en sus mezquitas.

ISIS habla en nombre del islam radical

ISIS es una organización musulmana. Hay que dejar claro eso en este tema y no tratar de querer   engañar a la gente sobre está obvia e histórica realidad. Abu Bakr al -Baghdadi posee un doctorado en estudios islámicos. No es un simple terrorista sacado de los desiertos de Irak. Al Baghdadi es conocedor de islam y un sociópata. Fue predicador en mezquitas en Bagdad y un estudioso sobre el Corán.

Los terroristas del Estado Islámico son todos musulmanes, no pertenecen a ninguna otra religión. No son judíos, ni cristianos, ni budista ni hinduistas, son musulmanes.  Los miembros del ejército musulmán del ISIS pertenecen a  varios países y tienen un solo denominador  común que los une bajo su  guerra contra Occidente: es expandir el islam radical  por todo el mundo y acabar con los infieles.

Imitan a su profeta Mahoma en diversas formas, se dejan crecer las barbas, afeitan  los bigotes  y hasta la forma de vestirse. Este es el fanatismo de los integrantes del ISIS.   Siguen las órdenes del Hadith para diferenciarse de los infieles – no musulmanes- hasta usando relojes en la mano derecha y no la izquierda.  Siguen al pie de la letra las enseñanzas  de su religión como cuando usan la decapitación. De hecho cortar cabezas está escrito en el Corán en el Sura 47 versículo 4 que reza “cuando te encuentras con los no-creyentes en batalla, golpéalos en sus cuellos”. Este sura es llamado por los terroristas más extremistas como el Sura de Mahoma.

Dentro de esta realidad exaltada, quienes siguen esta visión radical aprenden a odiar a los judíos y los cristianos y directamente a “Satán”: Estados Unidos, Israel y todo Occidente. Los clérigos fanáticos- como en todas las religiones extremistas- le han lavado el cerebro a millones de musulmanes para odiar a los infieles.

Es determinante, abandonar la política de la diplomacia que busca minimizar al terrorismo de algunos musulmanes como algo aislado o que no representa a esa corriente religiosa. Se debe llamar a las cosas por su nombre, pues en sectores del  islam existe un odio fuerte e histórico hacia los infieles,  acentuado  por los radicales y asesinos que matan en nombre de su profeta. La peste en la canasta de las manzanas cada día  contamina a miles y la fusión de islam político-religioso es un peligro verdadero no una teoría de conspiración como quieren hacernos creer los extremistas de izquierda pro-islamistas.

ISIS, Al Queda, Hamas, Hezbolah, Boko Haram, Al Shabad , Talibanes son organizaciones musulmanas, desviadas y retorcidas y  suministradas ideológicamente desde las enseñanzas sesgadas de clérigos desde las letras del Corán.

 Ya pasamos por los tiempos de oscurantismo católico durante la inquisición y los genocidios en nombre del Dios cristiano manipulado por los conquistadores, pero eso fue en un pasado doloroso que dejó una cicatriz abierta todavía. Ahora le toca el turno al islamismo de querer cobrar la venganza de lo que ellos consideran su guerra santa contra  los  enemigos de su religión: islam.

El mismo islam debe tratar de buscar separar lo político de lo religioso o siempre estaremos en guerra con los grupos  fanáticos nacidos de su interior. Hay que atacar la enfermedad y a la vez los  síntomas terroristas. El Estado Islámico es una señal de este entorno, al ser destruido, volverá a nacer otro ISIS con miles de psicópatas que ven a las otras culturas como inferiores o decadentes.

¿Por qué el ISIS mata a otros musulmanes?

ISIS  los considera no –musulmanes. En el momento que un musulmán deja de orar puede ser asesinado por su falta de respeto. Cualquier acción que califique a uno de ellos como un no seguidor total del islam es visto como traidor e infiel por grupos yihadista, en este caso, los terroristas del Estado Islámico.

El problema del terrorismo no solo se hunde entre mezquitas y barrios musulmanes en Europa. Hay jeques sauditas que predican el odio mientras reciben a millonarios entre sus oasis en medio de la inestabilidad de la zona. Medios islamistas patrocinados por Irán y sus conexiones de extrema izquierda en América Latina reproducen sus doctrinas de odio, justificando el terrorismo y tratando de culpar a EEUU, Israel y Europa de la creación del ISIS y de otros grupos terroristas, dejando afuera el problema central que es el islam político y la fusión con el yihadismo.

Hay que saber que actualmente hay miles de centros de estudios islámicos donde se forman estudiantes y maestros que creen en el Yihad y en luchar contra los infieles, personas que admiran Abu Bakr al-Baghdadi , ahora unos de los hombre más buscado y líder la banda musulmana yihadista ISIS.  La religión no solo es el opio del pueblo, sino el mismo veneno y lamentablemente el islam ha caído bajo las garras del extremismo.  Sus  mismos líderes políticos y religiosos deben limpiar a estos grupos que están dentro de sus propios países y comunidades en el mundo, o tendrán que ser  otros las naciones que deberán asumir una guerra directa contra el terrorismo y sus aliados entre los grupos extremistas a nivel global.

Vivimos en tiempos de guerras. Siempre ha sido así y continuará siéndolo.  Aquellos que quieran ver la verdad deben abrir los ojos y analizar la situación de este conflicto sacando las emociones básicas de su interior  y distinguiendo las acciones  reales de los terroristas del ISIS; los que desean seguir negando y justificando sus asesinatos pueden continuar viviendo en el engaño de que  en el islam todos predican la paz y el amor.