• Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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Carta a Nayib Bukele y el FMLN

Carta a Nayib Bukele y el FMLN

«Una de las tareas del próximo presidente de la República (obviamente no FMLN) es eliminar la estupidez del lenguaje de género en el estado».

(Jorge J Daboub, ex presidente de Anep).

Vivimos en un mundo enfermo. Una enfermedad que afecta lo económico, lo social, lo cultural y lo político. Esta enfermedad se llama capitalismo. Y como «ciudadanos» y «consumidores» somos parte de dicha enfermedad. Somos sus virus, anticuerpos, y potenciales antibióticos. Dentro de esta enfermedad vivimos en una perpetua alienación y deshumanización, donde la esclavitud se disfraza al mismo tiempo de «ciudadanía», «salario», «capital» y «consumo»; donde «tanto tienes, tanto vales».

Al mismo tiempo, vivimos en una etapa crítica de la enfermedad; una en la que nuestros dispositivos digitales, los televisores, inclusive, se vuelven cada vez «más inteligentes» que nosotros. Pero que no significa el fin de la enfermedad. Ni tampoco —lastimosamente— que exista —hoy por hoy— una vacuna libertadora…

Somos hombres y mujeres esclavos y libres al mismo tiempo… Para liberarnos de esta enfermedad, debemos de tomar consciencia de nuestra Libertad más profunda.

***

Nayib:

No soy abogado ni testigo del desplante del cual te acusan; sin embargo, un audio recientemente publicado por La Prensa Gráfica indica que el pasado 6 de septiembre agrediste verbalmente a la síndica Xotchitl Marchelli, llamándola «bruja». Y al parecer, también le lanzaste una manzana, según diferentes fuentes. Todos los seres vivientes tenemos diferentes expresiones de frustración y ofuscación, y es muy común entre los humanos estallar en exabruptos. El evangelio de San Marcos en la biblia narra un episodio en el que al llegar al templo de Jerusalén, Jesús «comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban en el templo; volcó las mesas de los que cambiaban el dinero y los asientos de los que vendían las palomas, y no permitía que nadie transportara objeto alguno…» Quizás Jesús era bipolar. Pero más allá de especulaciones psiquiátricas o motivaciones, lo que quiero indicar es que ningún ser human está exento a fallas. Ninguno y ninguna somos «Santa Palomitas».

Ahora, la violencia contra las mujeres es una de las taras del pasado subsumidas en el presente capitalista que debemos superar.

A pesar de este exabrupto, no creó que seás un misógino. Creo que estallaste, y que tu ofuscación pudo haber ocurrido también, alternativamente, con respecto a un hombre. Pero tenés que disculparte. Disculpate y luego desaparecé del mundo público por 15 días, delegando en alguien capaz y de tu confianza tus enormes responsabilidades. O alternativamente, desdoblate: Hacé tu trabajo diario bajo votos de silencio mientras meditás sobre esta piedra, y los siguientes pasos que debés o vas a seguir. Te recomiendo, además, que leás y estudiés a Carlos Marx y Antonio Gramsci; y en cuanto a pensadores más contemporáneos, a Paul Krugman, Joseph Stiglitz, Thomas Piketty, Guy Standing y Yanis Varoufakis. Su lectura y estudio te puede ayudar a tu formación en general, y como revolucionario en particular.

Es de humanos errar, pero de humanos de mayor valor el reconocer los yerros y enmendarlos. Y te va ayudar también en tu carrera política, empresarial, o cualquiera sea el rumbo que tomés después de esta gestión.

Por lo demás, tu administración municipal en los últimos años, gracias al ímpetu de tu labor como alcalde, ha sido la mejor. MUCHO MEJOR que todo lo que hicieron previas administraciones: Mientras estás rescatando el centro histórico de la capital, modernizás también adecuadamente la ciudad; y además promovés el desarrollo cultural de San Salvador, haciendo énfasis en el acceso popular a la literatura. En este sentido, has demostrado que tu gestión no ha sido una de banalidades. Lo más sensato para el cambio y avance en San Salvador —política, social, cultural, y económicamente— es que tu gestión como alcalde continúe. Tal continuidad de gestión debería implicar, a su vez, un mayor énfasis y esfuerzo, de parte tuya y de tu equipo, en los derechos de las mujeres capitalinas —en todos los sentidos—, y por ende, una mayor sensibilidad tanto en lo formal como en lo político profundo. Y esto te incluye también a ti.

Por otra parte, desde una perspectiva política más amplia, tú has expresado frustración porque «en 500 años los cambios no llegaron». Respecto a esta aseveración hago dos consideraciones. Una, tu expresión refleja un germen revolucionario, acaso comunista —¡y BIEN POR ÉSTE!, si es así—: Has alcanzado un momento importante en los revolucionarios, cual es la realización de que para una vida digna, tanto en lo ontológico como en lo social, las transformaciones son necesarias. Esto es indicativo de tu potencial revolucionario; potencial el cual está indicado por las gestiones y logros de tu gobierno municipal, que he mencionado arriba.

Y dos, que aunque tu frustración expresa voluntad de cambios, también es injusta en cuanto a los esfuerzos y logros de los gobiernos del FMLN. En 500 años de historia post-pipil en El Salvador sí ha habido transformaciones. La «independencia nacional» —primero de España como un imperio decadente, y luego del México federal como un imperio frustrado— ha sido perpetuamente pospuesta debido a la integración nacional al sistema económico mundial. Desde el triunfo de los Aliados en la Primera Guerra Mundial, El Salvador, lo mismo que el resto de América Central, es «patio trasero» de los Estados Unidos, potencia que se consolidó como máximo poder imperial al concluir dicha guerra. Durante décadas, el poder oligárquico salvadoreño sirvió de lacayo periférico a los intereses geopolíticos imperiales estadounidenses. A su vez, la oligarquía se servía del ejército nacional para hacer cumplir los designios de una economía política periférica basada en la exportación de café como parte del mercado capitalista mundial, donde tradicionalmente los Estados Unidos fueron el principal manipulador de las dinámicas económicas globales, tanto mediante mecanismos meramente persuasivos como mediante conspiraciones, golpes de estado y aún invasiones militares, si el imperio lo consideraba necesario. Con el fin de la Guerra Fría y el desarrollo de la actual fase capitalista, la economía mundial se transnacionalizó completamente. Una vez finalizada la guerra civil, y bajo la dirección de los gobiernos de Arena, la economía salvadoreña se insertó completamente al modelo neoliberal globalizado. Dentro de este marco geopolítico y político-económico, a pesar de que hoy en día es imposible para cualquier economía no experimentar algún nivel de globalización, o integración dentro del actual mercado mundial, los dos gobiernos del FMLN han hecho grandes esfuerzos para impulsar importantes políticas sociales: Un programa amplio de reparto de computadoras, uniformes y paquetes escolares entre la población estudiantil más necesitada; subsidios sociales; reducción de la pobreza —a pesar de una economía política muy complicada—; ampliación y mejoramiento de la red de hospitales y vial; etc. En lo político, si bien de una manera disfuncional y con tropiezos, el FMLN también ha mejorado el sistema de transparencia del Estado, situación que ha contribuido a que tres ex presidentes hayan enfrentado y enfrenten aun procesos judiciales por cargos de corrupción. Esto no hubiera podido ocurrir jamás durante los gobiernos de Arena. La cultura de corrupción política y estatal y el compadrazgo son todavía un lastre que afecta todas las esferas de nuestra sociedad, y derrotar esa tara es una tarea pendiente para éste y los próximos gobiernos del FMLN; lo mismo que ampliar aun más las actuales políticas orientadas al desarrollo social, cultural y económico del pueblo salvadoreño. Pero aseverar que en El Salvador no ha habido cambios es una ligereza que no se ajusta a la realidad, aunque el país no sea —ni por cerca— un país de las maravillas, como todos lo sabemos por carne propia.

Si hiciste lo que se te imputa respecto a edile disculpas públicas a la síndica Xótchitl Marchelli y HACETE REVOLUCIONARIO… Lee a Antonio Gramsci y otras y otros grandes de los movimientos revolucionarios…

Dirección del FMLN:

Como he expresado arriba, el sus dos gestiones de gobierno FMLN ha realizado importantes transformaciones en lo económico, lo social y lo político. Pero estas transformaciones se tienen que profundizar y ampliar mucho más. Y, además de ello, es importante señalar que los gobiernos del FMLN también ha acarreado lastres anteriores y propios. Entre los lastres propios, se puede mencionar una tara verticalista —quizás resabio de una lejana y nefasta tradición estalinista—, que en muchas ocasiones deriva en negar u ocultar errores propios y desdeñar cualquier crítica, lo que —además— promueve una militancia intelectualmente pasiva y acrítica. A su vez, esto conduce a una escasa formación político-ideológica dentro de la militancia, la cual en su mayoría limita el pensamiento y acción revolucionaria a un conjunto de consignas históricas, la nostalgia por previos momentos históricos, pero escaso pensamiento crítico y desconocimiento de conceptos y dinámicas del pensamiento marxista, o aun otras tradiciones revolucionarias, científicas y filosóficas. Esto, se traduce, al mismo tiempo, en que dentro del Partido exista un escaso banco de cuadros presidenciables, o aun para cargos gubernamentales, más allá de los y las comandantes históricos. Tal situación es un problema crucial que no podrá resolverse de la noche a la mañana, pero que le traerá graves problemas políticos al Partido en próximas contiendas políticas y electorales, incluyendo las más cercanas.

Cada, cada presión de tecla y «tuit» que emitimos a través de nuestras computadoras o dispositivos digitales impulsamos la 4ta Revolución Industrial e impulsamos una economía mundial mucho más compleja, y que en unos 100 años o menos podría prescindir hasta de un 75 % del Ejército Laboral,  las masas de trabajadores. Según diferentes estudios, en unos 15 años o menos, la automatización laboral podría reemplazar entre un 38 % y un 47 % de trabajos en América del Norte (México incluido), así como los países industrializados de Europa y Asia. Por el momento ninguno de los países norteamericanos está llevando a cabo las recomendaciones que diferentes especialistas recomiendan para enfrentar el prospecto de un posible desempleo superior al 20 % (en particular en lo que respecta a una radical reforma educativa que incentive el pensamiento crítico y creativo entre niños y jóvenes). Este prospecto para El Salvador se ve hoy «lejano», tanto en lo temporal como en lo geográfico; pero 15 años es menos de una generación, y al menos un 33 % de la fuerza laboral de El Salvador se encuentra en los países industrializados, principalmente los Estados Unidos. En menos de 20 años la 4ta Revolución Industrial constituirá el principal rasgo de la economía política mundial, y de El Salvador también, y como una economía capitalista periférica y disfuncional, nuestro país verá consecuencias directas e indirectas. Este prospecto implica el avance del precariato (trabajadores mal pagados o en situación de precariedad) como clase social a nivel mundial, y la necesidad de impulsar medidas económicas audaces, tales como una reforma fiscal progresiva y comprehensiva en lo cualitativo (no un «ajuste fiscal»); una reforma educativa radical; una mayor democratización tecnológica y digital; una renta básica universal; y la implementación de un sistema de apoyo social masivo. En el contexto histórico actual, estas medidas —en su conjunto— tendrían un carácter revolucionario y socialista, en tanto procuraría de manera concreta hacer efectivo el pasaje del Artículo 1 de nuestra Constitución que reza:

En consecuencia, es obligación del Estado asegurar a los habitantes de la República, el goce de la libertad, la salud, la cultura, el bienestar económico y la justicia social.

Dichas transformaciones económicas y sociales solo podrían ser impulsadas por el FMLN o un gobierno de izquierda —y su pronta implementación apremia—, y no un gobierno de marca «Selectos» o «Simán». Si el neoliberalismo criollo cobrara nuevos bríos con un gobierno «Selectos» o un gobierno «Simán», el precariato salvadoreño aumentaría conforme el inexpugnable avance de la automatización del trabajo y el capital; y posteriormente para un FMLN debilitado política e ideológicamente le sería mucho más difícil los estragos sociales y económicos que un capitalismo rapaz y automatizado traería consigo.

El FMLN —y el pueblo salvadoreño en general— enfrenta varios retos muy complejos a corto plazo (las próximas elecciones municipales, legislativas y presidenciales), mediano plazo (la Economía Política y Geopolítica salvadoreña) muy complejas, y largo plazo (una simplificación de lo anterior).

A corto plazo, el FMLN debe desarrollar mayor hegemonía política. El actual pleito con Nayib Bukele es una distracción (muy probablemente preparada por agentes de la CIA en el país); y tal como se ha abordado desde el principio, mediante un cruce de sarcasmos, dimes y diretes, etc. no abona al desarrollo de esa hegemonía del FMLN. Nayb Bukele cometió un gran error y debe disculparse, pero sarcasmos públicos y señalamientos hacia su padre —una eminencia intelectual nacional— de manera pública por parte de compañeros del FMLN no ayuda a una solución apropiada del problema. Si Nayib Bukele es culpable de lo que se le imputa, él debe que pedir disculpas: eso le va a convenir a él en su futura carrera política, y aun, alternativamente, en su vida empresarial. Pero la actual controversia entre Nayib Bukele y el FMLN desnuda un problema de fondo de mayores proporciones. Él ya tiene varios años de estar militando de alguna forma en el Partido, y es una de sus figuras más visibles. Sin embargo, la actual controversia entre la dirigencia del FMLN y Nayib Bukele denota —lamentablemente— 2 problemas: Uno, la ausencia de cuadros jóvenes capaces de tomar direcciones políticas de primer orden dentro del Partido (aparte de Nayib Bukele, quien, según la mayoría de encuestas continúa siendo el «más presidenciable», y dos, la precaria formación político-ideológica entre sus cuadros.

Ahora el FMLN debe resolver el asunto Bukele, al mismo tiempo que contemplar la posibilidad de un (o una) sustituto que compita por el FMLN a la Alcaldía de San Salvador. Si ocurriera la última situación, las posibilidades de ganar la Alcaldía de San Salvador son mínimas, según los indicadores actuales. Un escenario aun más complejo se dibuja para el Partido en la próxima contienda electoral, por los factores que he indicado arriba.

Si bien Nayib Bukele no es una «santa palomita», en el FMLN, en su conjunto, tampoco nadie lo es. Tampoco nadie es profeta, sin embargo, Nayib tiene un cúmulo político y energía que no debe ser menospreciado, y que si desdeña tendrá un costo político a corto y mediano plazo, echando atrás tanto la hegemonía política-ideológica acumulada por el FMLN los últimos años, así como haciendo retroceder y complicando su proyecto histórico. Lo que hoy se requiere es un balance adecuado de pragmatismo y visión y articulación política-ideológica. Una extremada rigidez hará retroceder proyecto histórico del FMLN.

Si el FMLN pierde las siguientes elecciones, en el país habrá un severo retroceso económico en su aspecto social —no en la producción de capital precarizante—; y el ala más conservadora de Arena buscará ponerse políticamente «a tono» con la doctrina / movimiento de Trump: capitalismo rapaz (no asolapado), donde prevalece la «ley del más “vivo”» (los capitales que mejor puedan evadir impuestos); etc., etc. También habría un retroceso en cuanto a los derechos de las mujeres, y con un nuevo régimen fundamentalista de «mosquitas muertas», ya sea marca «Selectos» o marca «Simán», la persecución contra las mujeres, en particular las que abortan, sería más feroz en El Salvador.

Eso y mucho más es lo que se avecina si el FMLN pierde las siguientes elecciones.

La solución más inteligente y sofisticada es dejar de lado insultos y sarcasmos, y por el contrario procurar un diálogo profundo y sincero que incluya a la Comisión Política del FMLN y Nayib Bukele y algunos de sus cuadros, en el que se discutan contenidos y estrategias relacionadas con el avance del Socialismo en El Salvador y el triunfo del FMLN en las próximas elecciones.

Asimismo, el FMLN debe impulsar una política de formación político-ideológica a todos los niveles que incluya una mejor educación de género, esta última, orientada en particular a los hombres en las diversas estructuras del Partido. Más aún, es tiempo que el FMLN produzca cuadernos de estudio que incluyan entre otras materias, estudios de género, tanto en formato tradicional de papel como en pdf y en las redes sociales para su amplia difusión, de la misma manera que lo hace el grupo cultural «Maíz».

Si el FMLN pudo dialogar y negociar en contextos de guerra mucho más apremiantes que el actual, ¿por qué no podría hacerlo ahora —y sin predisposiciones viscerales— en aras de salvaguardar los logros que se han tenido en dos gestiones gubernamentales, y al mismo tiempo esbozar una ruta para mayores avances…?

Es mucho lo que está en juego: La posibilidad de la reprivatización de las pensiones y piñatas de reparto y revanchismo respecto a los logros sociales del FMLN y posicionamientos del Partido en el Estado, etc., etc.

Espero que para el bien del FMLN y el país, su Tribunal de Ética no actúe de manera  estalinista. Si fuera así, el Partido estaría acercándose a próximas derrotas.

Saludos a todos y todas,

Carlos Bucio Borja