Miedo y culpa en El Salvador desean sangre. Viejo instinto. En ocasiones metafórico otras literal. Y no confundamos que trabajo sexual refiero a tratantes de blanc@s o que donde digo drogadictos abogo por narco-traficante-comerciantes y abortar es asesinato de niñ@s.

Aclaro porque una de las tácticas que usan los conservadores en el debate de derechos civiles es igualar situaciones humanas a delitos para deslegitimar aspiraciones de inclusión de minorías, cerrar la discusión y dejar intacta su hegemonía cultural.

¿Por qué la derecha se empecina en usar el exterminio de estos colectivos humanos como bandera política? Asumen – y lo son- una comunidad débil, fácil blanco que se puede aniquilar de un grito. 

Lo son. Aún. Pero será como cuando sale pasta del tubo: no podrán regresarla y todo gracias a los ataques alegóricos y directos que Mayteé Iraheta o Ricardo Velásquez Parker como refritos de Rodolfo Parker llevan a cabo con su particular cohesión nacional –como contra comunistas antes- hoy hacia los que pretenden destruir la familia (¿?).

La derecha que se dice «alianza» actúa en constante «desacuerdo» hacia todo aquello que no está dentro del superado marco ideológico de la dictadura nacional-religioso- militar. Angustiada por retomar el poder y ante la incapacidad intelectual de encontrar en aquel tan anunciado esencialismo de: volver a las raíces, un leitmotiv que permita hacer clic con el votante no les importa ir contra su nombre. 

Más papistas que Francisco nuestra derecha está haciendo creernos que uno de los jinetes del apocalipsis es lo LGBTI y que habiéndose adelantado a los otros tres hay que descabezarlo ya y, como sea. Canallas.

Entrevistada por Karla Espinoza en elsalvadortimes.com vemos cómo la diputada Iraheta deja descubierto su sesgo ideológico, fanático, protomoderno y acientífico: 
«El matrimonio entre personas del mismo sexo no existe en El Salvador. No podemos hablar de un retroceso porque si nos limitamos al territorio salvadoreño pues aquí no hay ningún tipo de avance al permitir estas uniones».

La Constitución salvadoreña es liberal, el tipo de reforma o avance que la inspira nunca debe ir en el sentido de disminuir derechos en base a creencias morales derivadas de religión sino de ampliarlos en valores democráticos. 

«Es que la ley no lo permite y en esta se habla del sexo, y sexo solo hay dos: mujer y hombre, no hay discriminación». 

Efectivamente el sexo es biológico y resultado de la evolución pero el rechazo a la orientación sexual o al género es cultural y se construye en base a creencias, tradiciones, costumbres que cambian. La condición de persona está antes que el sexo.
 
La ideología de género plantea una crisis en el pensamiento salvadoreño y pueda que vaya contra creencias. ¿Pero ilegalizar causa eliminará efecto? Eso no lo resuelve la lógica, sicología y pedagogía de la diputada.  

Democracia es una calle de dos sentidos: es voluntad de mayorías pero al mismo tiempo es respeto a minorías. Por eso el fin primordial del Estado liberal es la persona humana (minoría) y no la familia (mayoría).

«Sí, yo creo que si nos comparamos con otros países, cualquiera puede tener su propia opinión y la mía es que El Salvador es soberano, como Estado y no tenemos que sucumbir ante ideologías que se han penetrado y que han estado apoyadas por temas económicos».

¿ARENA está o no a favor de la ONU-CICIES? ¿ARENA recibió o no fondos de Taiwán? ¿ARENA apoya o no los embajadores que respaldan a la FGR en la lucha contra la impunidad? ¿ARENA está a favor o no de las directrices del FMI al país? ¿Quieren o no que voten los 300,000 salvadoreños en el exterior? 

«Yo estoy en esta curul gracias a mi trabajo y voy a defender mi postura: el matrimonio es entre un hombre y una mujer». La diputada trabajó siete años en AGAPE: empresa católica beneficiada de excepciones fiscales que se adjudicó en forma amañada la frecuencia de canal 8 durante una de las presidencias de ARENA.

«El matrimonio es una institución jurídica, y ese concepto nació para esa unión entre hombre y mujer. Sexo existen solo dos: hombre y mujer. Nacemos o mujer o nacemos hombre; entonces el matrimonio nació para eso y fue creado para esa unión. Uno de los fines de esa unión es la procreación. Si ese no fue uno de esos fines, entonces hoy en día no existiera la raza humana».

El único matrimonio que existía en El Salvador no era el regulado en leyes que ahora defiende con Biblia la diputada, sino que era exclusivamente religioso. 

Los liberales aprobaron el matrimonio civil y lo impusieron como requisito para el eclesiástico igual el divorcio. Esta fue una de las causas que llevó a conservadores al fusilamiento de Gerardo Barrios.

¿Quiere proteger la familia? ilegalice el divorcio y anticonceptivos.

«El colegio Americano de Pediatras urge a los legisladores y educadores a rechazar todas las políticas que condicionen a los niños para aceptar como normal una vida de suplantaciones químicas o quirúrgicas de su sexo o el del sexo opuesto…» Este mismo colegio continúa: «…dice que no es bueno para los niños la ideología de género».

¿Qué es ACpeds? Pues no es la AAP. Son un grupo pediatra-conservador-religioso que en protesta porque AAP determinó que parejas del mismo sexo podían adoptar fundaron en 2002 ACpeds para imponer sus criterios derrotados en AAP. 

Tan apegados a las mayorías como es la derecha nacional la diputada Iraheta debería saber que AAP aglutina 60,000 miembros mientras que el organismo citado como base para sus alegatos al cambio constitucional salvadoreño lo integran entre 60/200 agremiados. Estos números dejan a sus alegatos científicos sin fuerza universal.  
    
Corolario:

Los diputados Iraheta y Parker pueden practicar si así desean el sexo de la sábana con hoyo y la posición de misionero. Creer que el placer es pecado y sobreponer ante el amor la ruinosa doctrina que el matrimonio es solo para procrear minusvalorando matrimonios estériles o sin hijos.
 
Pero no pueden ir incluso contra el libre albedrío que confiere su Dios e imponernos cual estado islámico por ley terrenal un albedrío no libre. No se puede decir que se defiende la libertad y promover leyes que en la práctica azuzan odiar a otros. 

Sus miedos y sus culpas que nada que ver tienen con salvar su alma, (ya que son exquisitamente espirituales) sino de no ser reelectos en 2018 que imagino son grandes y muchas por el nivel de estridencia con el que agitan sus banderas no los obligan a transferirlo a la parroquia nacional. 

Sí, espantar y pecado son motores emocionales fuertes más en una país que decepcionado de políticos, ustedes, corre a templos y repudia bibliotecas para explicarse lo inexplicable. Sí, puede dar votos usar la fe. Pero es retorcido. 

Desmond Tutu decía: una persona se convierte en persona, cuando reconoce a otros seres humanos como personas.