• Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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¿Qué Dios hizo el otro sistema planetario?

¿Qué Dios hizo el otro sistema planetario?

Respondiendo a la pregunta planteada como título de este artículo, más de alguno podría sostener que el Dios judío-cristiano-musulmán fue el Creador, al igual que del mundo en el que vivimos, de la galaxia Trappist 1, bajo la premisa que por su omnipotencia Él lo ha creado todo. Nadie pone en duda eso. Lo que la teología terrestre debería prepararse a contestar, es si encontraremos allá la misma estructura religiosa y clerical que aquí. 

¿Y si no es así? 

¿Si allá no existe la Biblia o es otra Biblia? ¿Si la forma de entender a Dios allá es diferente a como nos la han explicado aquí? ¿Si las conductas que entendemos como pecados aquí no son las mismas allá? ¿Y si el pecado allá no existe? Y peor aún, ¿si no existe nuestro Dios allá?

Nada que no haya pasado antes a la humanidad. 

En mis clases de historia siempre sugiero este ejercicio mental a los alumnos: Imaginen que unos seres que jamás hemos visto, súbitamente llegan en naves cuyo funcionamiento también desconocemos y al verlos identificamos que hablan, escriben, se comunican diferente a nosotros, tienen otro Dios, ¿qué pasaría si nos obligan a volvernos como ellos? ¿Creen que podría suceder?

La mayoría o todos niegan tal posibilidad. Yo respondo: sucedió en 1492. Finalmente aquella vez los pueblos originarios de Abya-Yala ya híbridos se pasaron a llamar América, dejaron sus lenguas y sus dioses por otras lenguas y otro Dios. 

Ante la ausencia en el Viejo Mundo de una explicación bíblica sobre el origen de los habitantes del Nuevo Mundo, por aquellos tiempos se creyó y argumentó, incluso por los recién desembarcados, que los ahora nombrados indios eran descendientes de las tribus perdidas de Israel, el pueblo que al presente nos han dicho es el escogido por Dios, el único que existe. No sería descabellado pensar que actualmente habrá quien asegure que el Dios bíblico tendrá que ser el mismo Dios en Trappist 1

¿Y si no termina siendo así?

II

Si Trappist 1 es un descubrimiento chileno-belga o de la NASA. Si antes fueron tres planetas y sólo hasta mayo 2016 se pudo confirmar que en realidad son 7. Incluso, para respaldar la existencia de esta nueva galaxia, se nos han mostrado animaciones de computadora y ninguna imagen real de los planetas, son situaciones que abren la puerta para voces conspiranóicas que no interesan —por ahora— en esta columna.

De lo que escribimos es de lo cierto: su existencia. De los 7 planetas Trappist 1, solamente tres podrían tener condiciones para una vida tal y como la concebimos: Trappist 1-E, 1-F y 1-G.

Estos planetas por sus condiciones atmosféricas, masa y tamaño tan similares al nuestro, hacen pensar a los más entusiastas en que las posibilidades de actividad de seres con bio-fluorescencia, debido al alto UV son inminentes y a los escépticos que solo encontraremos células simples. Como sea nadie objeta formas de vida.

Trappist 1-E es muy similar a la Tierra, tarda 6 días en dar la vuelta a su Sol. Allí, al parecer, habría vida. Lo que no sabemos es si es superior o atrasada a la nuestra.

Trappist 1-F tiene uno de sus lados siempre hacia su Sol, lo que hace que sólo en uno de ellos podría suceder la supervivencia. Su órbita es de 9 días.

Trappist 1-G, más pequeño que la Tierra, recibe igual cantidad de luz de su Sol, similar a la que recibe Marte de nuestro Sol. Al parecer, igual que Urano posee, una forma gaseosa. Su traslación es de 12 días.

Corolario

Febrero debería ser declarado el mes de los hallazgos espaciales. La NASA siempre tiene reservado como regalo de la amistad,a los pueblos del mundo, un descubrimiento para estos días:

En febrero de 2011 avisó de un nuevo sistema solar con 6 planetas, en el mismo mes del año 2012 el telescopio Kepler detectó 1,091 exoplanetas. En febrero de 2013 anunció sobre la mancha en el Sol y un año después 2014, supimos del mayor hallazgo de planetas nuevos. Las ondas gravitacionales igualmente fueron confirmadas en febrero de 2016 y finalmente el 22 de febrero 2017, la NASA anuncia que Spitzer descubrió en Acuario, a 39 años luz o millones de años en tiempo nuestro, un sistema planetario: Trappist 1.

Biologías similares nos permiten hacer cavilaciones: nuestro planeta tiene 4,500 millones de años, Trappist 1 sólo 500 millones… es joven. Aquí, hasta hace 570 millones de años, aparecieron los artrópodos y los mamíferos 200 millones de años y nosotros 200,000 años. ¿Podemos concluir que lo que hay en Trappist 1 serán células simples? Esto, según entendemos nosotros la vida. Sin embargo, no debe descartarse que haya otros modos en que nazca la vida de otras vidas para nosotros desconocidas y eso es lo apasionante de no anclarse a dogmas.

Por ahora, Spitzer ha podido ayudar a ver la totalidad de los planetas de ese nuevo sistema anunciado por la NASA. Pero Hubble podría confirmar más adelante, si Trappist 1 posee oxígeno, hidrógeno y nitrógeno. Será el James Webb, que lanzarán en 2018, el que podrá analizar con precisión y descubrir los componentes de la atmósfera de estos planetas, ya que hasta ahora no se ha podido detectar señales de vida con los recursos que se tienen, óptica y fotónica, aunque pueda que si no ha habido contacto es porque emitan en otras formas distintas a radio frecuencia.

No me caben dudas. El anuncio de Trappist 1 cambiará las ideologías de fe.