• Diario Digital | miércoles, 17 de abril de 2024
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El presidente no está loco, farfulla

El presidente no está loco, farfulla

No sé si les ha pasado ¿vivir la paradoja?: reportaba en horas de la noche del 12 de diciembre El Salvador Times que la diputada Milena Calderón de Escalón perdió la compostura citando un refrán en una situación distinta a la que debe usarse: «Limosnero (mendigo usó la parlamentaria) y con garrote» cuando se discutía en la Comisión de Hacienda aprobar o no un préstamo para fortalecer la seguridad pública. 

Si bien la diputada Ana Vilma de Escobar aclaró oportunamente que no estaban aludiendo a los titulares de justicia y seguridad o FGR allí presentes que era para quienes irían destinados los recursos en cuestión; al no haber coherencia entre lo dicho y la situación vivida ¿podríamos pensar que la diputada arenera dice lo primero que se le viene a la boca: locuras?

El enojo que resultó en la pérdida de la elegancia y soltar incoherencias devino del recordatorio-insulto por parte de Roberto Lorenzana de la corrupción que en ANDA llevó a cabo Carlos Perla, quien fue condenado y cumplido su sentencia por corrupción. 

La rabieta de la diputada era entonces a la luz de la historia inútil y evidenciaba más un cansancio de unas culpas que nunca han sabido canalizar la derecha que una indignación por decir mentiras. No es insulto decir que durante los gobiernos de ARENA hubo robos en ANDA.

Siguiendo la paradoja El Salvador Times igualmente al mediodía del mismo 12 de diciembre, esto es, con anterioridad al enojo-descompostura de la diputada Milena Calderón Sol informaba que ARENA por medio del brillantísimo René Portillo Cuadra pediría determinar la capacidad mental del presidente de la república a raíz de un lapsus linguae que tuvo pidiéndoles a dos mujeres con limitación de movimiento y en silla de ruedas que se pusieran en pie para ser vistas por la concurrencia que asistía a su campaña del buen vivir en el municipio de El Paisnal el sábado pasado.

La paradoja aquí es: ¿Quién insultó primero a quién? Además de preguntarse: ¿ARENA cree que esto le hará subir en las encuestas? 

La pensada del diputado Portillo Cuadra además de no ser original refleja una actitud clasemediera venida a más que pretendiendo ser proactivo termina en el papel de político rastrero. 

Bajero, porque en la alta política las formas cuentan y más aún en un clima polarizado como el nuestro donde declarar loco al presidente acción que busca separarlo del cargo puede ser interpretado como un golpe de Estado suave.

ARENA antes de joder al profe debiese preguntarse ¿Por qué el FMLN lanzó a un viejito ex guerrillero a la presidencia y ganó? 

La historia lo explicará así: al negarse la derecha desde 1931 a entregarle el poder de las alcaldías ganadas en el occidente del país al Partido Comunista y posteriores fraudes electorales por casi 60 años es natural que la izquierda no tenga experiencia en el manejo de la cosa pública y este hoy sobre la marcha aprendiendo, con más error que éxito la administración. 

Luego nuestra sociedad debía pasar por la catarsis de tener a un ex guerrillero de presidente porque así se obligaba a la derecha a reconocer el derecho a la ideología de izquierda y se votaban miedos y mitos de la llegada de los rojos al poder.

Nada de lo que amenazaban sucedería si ganaba el FMLN ha sucedido. Aquí ni hay comunismo cubano y menos socialismo bolivariano, el FMLN no es marxista y no puede desarrollar un socialismo criollo porque para eso necesitan de hombres grandes que no tiene.

El FMLN es un partido corporativista que administra bien el poder que la derecha había diseñado para gerenciarse el país y, más que preocuparse por ideologías extrañas debiesen alertarnos el personal conservadurismo, mediocridad, autoritarismo, corrupción y parecido con la derecha con que dirigentes de izquierda están administrando el gobierno.

Corolario:

ARENA quiere hacer al presidente Sánchez Cerén el juego de loco que hicieron a Napoleón Duarte hace 32 años. Este sonsonete se terminó cuando el ex presidente anunció que tenía cáncer. Entonces decirle loco a un moribundo ya no tenía encanto cristiano. 

Nuestro presidente farfulla. Esta viejito, quizá enfermo y quienes hemos tenido un anciano en casa sabemos que las habilidades con la edad se desvanecen y no por eso llamamos idiotas a los abuelos. Presidentes con cáncer, canosos, obesos, pelones y con desenfreno sexual de todo tipo son la tradición en la convulsa vida política nacional.

Desde luego que el presidente se vio mal diciendo lo que dijo a las mujeres en sillas de ruedas y, seguir sin disculparse como con el caso de su nieto y otros más suma errores. Pero así es él, farfulla. Y por eso propios y extraños mejor rieron. 

Son cosas de viejo igual que las de Milena Calderón y las de muchos políticos que se quedaron viejos para un país muy joven. 

Sí es trágico que nos gobiernen nuestros viejos.