Todos los salvadoreños sabemos, conocemos o entendemos a Monseñor Oscar Arnulfo Romero, el santo y representante de Dios en la tierra, defensor de los pobres y los no tan pobres; y a su reconocido asesino, Roberto d’Aubuisson Arrieta, el diablo o el mismísimo representante del diablo, pero ¿Se pueden adorar a los dos? ¡Claro que no!

En estos soberanos días ha tenido lugar la famosa ruta de San Romero, que lleva hasta Ciudad Barrios, lugar de nacimiento del santo Romero o San Romero como se le conoce públicamente, todos estuvieron allí, todos los políticos de renombre estuvieron allí, fue el lugar de referencia política durante esa semana pero: ¿Qué hacían allí los señores Carlos Calleja y Javier Simán? Ellos adoran al asesino Roberto d’Aubuisson ¿Por qué estaban allí?

A todo pulmón, los candidatos antes mencionados, cantaron el famoso estribillo de ARENA, ese que incita a los salvadoreños a matar, ese que dice “El Salvador será la tumba donde los rojos se morirán” o algo así, y ¿andamos buscando culpables de los asesinatos de salvadoreños? Así como Monseñor Romero fue asesinado vilmente por las armas que Roberto d’Aubuisson envió, así son de culpables los de ARENA de la muerte del santo y la muerte de miles y miles.

O eligen a San Romero o eligen al sátiro y psicópata asesino de Roberto d’Aubuisson, no hay de otra forma, eligen a Dios o eligen al diablo, esa es la realidad de las cosas, los candidatos presidenciables de ARENA no deberían de existir, pues ese partido político es mas culpable de las atroces meteduras de pata que cualquier partido político ha cometido en el mundo, léase bien, en el mundo, es el partido político más corrupto del mundo.

¿Dónde están los miles y miles de millones de dólares que se perdieron? A saber, nadie los ha visto, la prensa basura ignora y olvida todo esto, pero nosotros no, los Alfredo Cristiani, los Armando Calderón Sol, los Francisco Flores (fallecido) y el único encarcelado es Tony Saca ¿Por qué los otros presidentes no? La CEL, ANTEL, los bancos –que los vendieron a ellos mismos- etc. etc. etc. son robos enmascarados, ¿o no?, no, claro que no, son robos que nadie dijo nada y la prensa basura hiso nada ni dijo nada, se quedó callada y no realizó ningún comentario ni los hace hasta ahora, callados se quedaron y así creen que van a sobresalir, pero la prensa basura se reconoce a leguas.

Esa prensa basura, que denomina al psicópata asesino de “señor” Roberto d’Aubuisson, esa misma prensa -asesina también- que premió al d’Aubuisson, con dinero y dadivas que no pudimos ni siquiera soñarlas, esa prensa que admitió públicamente su apoyo incondicional a Roberto d’Aubuisson, esa prensa basura que no tiene cabida ni en el mismo país, El Salvador, pues sabemos lo basura que es la prensa basura, así como los propietarios.

De todos es sabido que la prensa basura no sacó nada relevante sobre el asesino de Monseñor Romero, no decía nada de lo que ocurría en El Salvador, no decía nada sobre los terribles escuadrones de la muerte, solamente decía que ahí estaban los EM y que tuvieran cuidado, pero nunca dijo que Roberto d’Aubuisson fue el culpable directo de la muerte del santo.  ¿O no?

La prensa basura obvia el reportaje de Acuerdo de Paz, que las Naciones Unidas realizó, casi nunca habla de ello, en este se data que Roberto d’Aubuisson era el culpable de la muerte de Monseñor Romero y que era obvio eso, los famosos “Escuadrones de La Muerte” son hechura y forma de trabajo de Roberto d’Aubuisson, la prensa basura nunca dio por bueno este resultado y nunca aprobó lo estipulado por el comité que redactó La Comisión de La Verdad, fue siempre en contra de la realidad de las cosas.

Esto fue evidente, todos lo sabían o lo saben ¿Por qué negarlo? Porque sí se dice la realidad de las cosas van a notar que esa prensa es basura, esa es la realidad de todo, El diario de Hoy, La Prensa Gráfica, Diario El Mundo, TCS Noticias y similares, son basura, eso es lo que venimos diciendo y repitiendo y no nos callaremos nunca, porque después de mi viene otro y otro que les dirá la verdad, son basura y de la más apestosa.

San Romero es un santo, eso lograron los que lo mataron, los que lo asesinaron cruelmente lo martirizaron y logró llegar a ser santo, tenemos un santo que esperamos vea por El Salvador, esperamos que le dé la luz para guiar el camino, hasta ahora sigue Roberto d’Aubuisson matándonos, aún quedan vestigios de ello, no seguimos asesinando unos con otros, Roberto d’Aubuisson debe de estar contento en su tumba, por el agrado de ver desangrado a El Salvador y ver a San Romero triunfar, pero no como él desearía.

Lástima que siga ese partido, ARENA, porque ese partido es la perdición de tanto salvadoreño que ansía la verdadera libertad para sus hijos, con sus canciones de odio y rencor solo se logra más muertes, más pobrezas en dónde los ricos siguen haciéndose más ricos y los pobres siguen haciéndose más pobres.