Al detectar la enfermedad mortal, realizaba biopsias para poder dar el tratamiento adecuado a sus pacientes.
El doctor López Morales era considerado por sus pacientes, compañeros de trabajo y sus maestros como un joven promesa de la medicina en El Salvador.
Dejó un gran legado en la enfermería de El Salvador y dos hijos, quienes ahora se desempeñan como médico y enfermera de primera línea salvando vidas.
El doctor Martínez Meléndez ayudó en muchos proyectos en el hospital Amatepec. Mejoró la calidad de los servicios bajo su gestión.
"Elevamos una plegaria por su alma, seguros de que ya está en el paraíso de los héroes anónimos a donde van los que sirven con amor y valentía a su prójimo", expresó la junta directiva de Comandos.
"Según comprendo, su madre había fallecido y por ella nació el proyecto de ayudar a un hermano... ¡qué triste que se estén muriendo los servidores, buenos, altruistas y voluntarios!", se lamentó una usuaria en Facebook.