La rapidez con la que dos sujetos caminaban sobre un pasaje de la comunidad Tutunichapa 4 llamó la atención de “Alemania”, una persona que accidentalmente se convirtió en testigo del asesinato de un vigilante de seguridad privada.

Los pasos marcados con premura pertenecían a Marvin Neftalí Henríquez Quintanilla y a José Alexander Soto Navas, dos miembros de la pandilla 18 que abordaron una motocicleta tras colocarse sus respectivos cascos.

Ese 1° de mayo de 2017, “Alemania” siguió su camino y con la mirada puesta en los dos hombres marcó el recorrido que realizaron sobre la 19 calle Oriente, del barrio San Miguelito, en San Salvador.

Los pandilleros hicieron una parada frente a una vivienda. Soto Navas bajó de la motocicleta, se dirigió hacia la ventana de la casa que tenían frente a él y a través de ella observó a su víctima: José Mauricio Melgar Ascencio, el vigilante.

Pese a que había un balcón de hierro, el hombre desenfundó un arma de fuego, metió la mano en la ventana e inició una ráfaga de disparos en contra de Melgar Ascencio. La adrenalina en el atacante fue tanta que incluso al extraer su mano continuó disparando, por lo que varios casquillos también cayeron sobre la acera de la calle.

Minutos después del ataque, unos agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) llegaron para asistir a la víctima, a quien trasladaron hacia la unidad Médico-Quirúrgico del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) para que pudiera ser atendido de manera urgente.

El esfuerzo fue imposible. Los 18 impactos de bala que atravesaron el cuerpo del vigilante causaron lesiones graves en el cráneo, tórax y abdomen, por lo que murió en el parqueo del hospital a eso de las 4:30 de la tarde, de acuerdo al acta extendida por el Instituto de Medicina Legal (IML).

La vestimenta que los delató

Luego de los hechos, elementos de la Fiscalía General de la República (FGR) iniciaron las investigaciones referentes al caso logrando obtener el testimonio de  “Alemania”. que tenía muy presente la escena.

Además, los representantes del ministerio público obtuvieron el material registrado por las cámaras de videovigilancia que fue parte de la clave para poder dar con los culpables.

Los videos registraron el desplazamiento de la moto e indicaban que los dos hombres se habían dirigido hacia uno de los edificios Saavedra, situados a un costado del Centro Judicial “Isidro Menéndez”, en San Salvador.

En el lugar, ambos se despojaron de sus ropas, pero estas fueron encontradas por investigadores que solicitaron un peritaje en el que se le encontró rastro de plomo a las que portaba Soto Navas.

El punto que fue tomado en cuenta por el juez del Tribunal 5° de Sentencia al momento del desarrollo de la audiencia de vista pública. Además, la versión de “Alemania” coincidía con el reporte de la investigación del caso.

Por ello, el juez impuso un fallo condenatorio para ambos pandilleros de la 18, culpados por el delito homicidio agravado. Henríquez Quintanilla recibió una pena de 15 años de prisión, al determinar que fue quien esperaba en la moto; mientras que Soto Navas recibió 17 años y seis meses de prisión, pues se concluyó que fue quien disparó en contra de la víctima.