Ana Orellana Bendek, que será la ministra de Salud en la administración próxima de Nayib Bukele, dijo que se tiene una visión clara de lo que se debe que hacer en esa cartera de estado para “recuperar” de la situación actual y poder brindar la atención adecuada a la población.

Orellana Bendek, valoró que el sistema de salud pública está en una “situación delicada”, pero que no es mortal, por lo que se van a enfocar en trabajar en todos los niveles y poder garantizar que la salud pública sea de calidad.

Planteó que la reforma de salud implementada por la doctora María Isabel Rodríguez, ministra de salud en la administración de Mauricio Funes, se intentó integral el trabajo de salud, pero por cuestiones “políticas”, se detuvo y se obtuvo un trabajo de los diferentes sectores “como islas”, trabajando por separado. 

“En el camino esta reforma se detuvo, se estancó en puntos clave, tenemos ahorita que se ha repetido constantemente que se ha disminuido el gasto de bolsillo de los usuarios, eso no es cierto, porque los salvadoreños salen de los centros de atención con las manos vacías, con tres recetas que no se le pueden suplir, ese es un gasto que tienen que hacer”, dijo en la entrevista de noticiero Hechos.

Añadió que su experiencia en el área operativa de salud, fue directora de una unidad de salud y médico general de otra le permite palmar de primera mano las necesidades de la población y de los grupos vulnerables donde vio “como la gente pasa con dificultades para entrar al sistema de salud”.

También dijo  que gran parte de los problemas del sistema de salud de El Salvador es que la mayoría de problemas deberían ser resueltos en el primer nivel de salud, pero no es así y es por eso que los hospitales están saturados.

“Si el primer nivel, la primera puerta de entrada al sistema está desabastecido, no hay una buena capacidad gerencial para fortalecer, la gente se tiene que ir a los hospitales y es ahí que se saturan… haber trabajado tanto tiempo me permite ver ese tipo de fallas”, planteó.

Agregó que retomar el ministerio el primero de junio será complicado porque no saben específicamente las condiciones en que lo encontrarán, pero están seguros de que la situación es delicada por lo que la población refleja.

“Lastimosamente nos dejan en una situación muy delicada, pero no es mortal, el ministerio puede ser recatado de donde está y lo vamos a hacer, pero necesitamos la participación de todos, no es solo del presidente, de la primera dama, sino que es de todos, apoyando de donde esté cada uno”,

Para los trabajadores del sistema actual le envió un mensaje, de que no van a entrar a “volar cabezas”, sino que, agregó, necesitan de la participación de todos para mejorar la atención que se debe brindar a la población.