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Los Bleus y la euforia nacional, un peligro antes de la final

 
<p>Los franceses Andre Pierre Gignac (D) y Dimitri Payet entrenan en Clairefontaine-en-Yvelines, Francia, el 12 de junio de 2016</p>
Los franceses Andre Pierre Gignac (D) y Dimitri Payet entrenan en Clairefontaine-en-Yvelines, Francia, el 12 de junio de 2016
Los Bleus y la euforia nacional, un peligro antes de la final

La selección francesa desató la euforia con su histórica victoria 2-0 sobre Alemania el jueves en semifinales de la Eurocopa, pero los responsables del equipo intentaron suavizar el clima triunfalista para no fallar en la final del domingo ante el Portugal de Cristiano Ronaldo.

En el estadio Velodrome de Marsella, los Bleus saboreaban el jueves su noche mágica ante la Mannschaft y su perfecta sintonía con una hinchada entregada, en un partido en el que hicieron historia para el fútbol francés derribando al vecino alemán, algo que no conseguían en competición oficial desde 1958.

Pero los franceses tenían claro algo: Alemania es sólo una etapa en el camino hacia el trofeo.

Para entrar definitivamente en la leyenda tendrán que cumplir en la cita del domingo en la final. Lo contrario supondría una inmensa decepción para un país que ya se siente ganador, de nuevo en un gran torneo disputado en su territorio, como en el Mundial-1998 y la Eurocopa-1984.

El seleccionador Didier Deschamps marcó el tono en su conferencia de prensa posterior al partido del jueves: "Lo más importante es el domingo".

"Para decir la verdad, hemos pasado ya a la recuperación pensando en el próximo partido. Nos proyectamos ya en la final", afirmó el veterano Patrice Evra (35 años).

- "Será todavía más duro" -

El mismo discurso mantenía Paul Pogba, compañero de Evra en la Juventus, para quien "es bonito, pero no está terminado".

"Será todavía más duro", estimó el defensa Laurent Koscielny. "A nosotros nos toca hacer historia. Queremos ir lo más lejos posible y ganar la Eurocopa. Nos queda muy poco tiempo para prepararnos, para recuperar. Tendremos 48 horas para estar listos, vamos a hacer todo para llegar en las mejores condiciones el domingo", apuntó.

La principal dificultad para los Bleus será precisamente gestionar el corto plazo de tiempo que les separa de la final. Tienen un día menos de recuperación que Portugal, que jugó el miércoles su semifinal ante Gales (2-0) y las horas parecen contadas para recargar las baterías.

Para evitar una llegada de madrugada a su cuartel general de Clairefontaine, cerca de París, los franceses pasaron la noche del jueves al viernes en Marsella. La recuperación será la palabra clave antes del único entrenamiento propiamente dicho en previsión de la final, el sábado.

"El calendario se ha hecho así. En un momento tuvimos dos veces siete días (antes de los octavos y antes de los cuartos de final), era demasiado descanso. Nos habría gustado tener ahora algo más, pero vamos a tratar de optimizar cada hora que viene antes de esta cita", estimó un Deschamps que subrayó las paradojas del calendario.

- Dimensión psicológica -

El seleccionador no tiene motivos añadidos para la angustia.

No tiene que lamentar ni lesionados ni suspendidos para la final, al contrario que Portugal, que espera recuperar al patrón de su defensa, Pepe, de unos dolores musculares que dejan en duda su presencia en la final. El jugador del Real Madrid se entrenó aparte el viernes.

El mayor reto para los franceses será la gestión de la dimensión psicológica del partido. Los primeros enfrentamientos arrojaron luz a sus dificultades para liberarse y asumir un estatus de favorito contra naciones modestas.

El Portugal de Cristiano Ronaldo tiene una entidad mayor que rivales anteriores de los Bleus como Rumanía, Albania, Suiza, Irlanda o Islanda. Además, llegará más liberado de presión en calidad de 'outsider', contra una Francia favorita, más todavía después de haber eliminado a Alemania en lo que parecía una 'final anticipada'.

La pasión que une en Francia a todo un pueblo con su equipo ilusiona, pero Deschamps ve el pulso abierto.

"En la final, tenemos nuestras opciones y Portugal tiene las suyas. No por estar en casa y ganar a Alemania tenemos más opciones que ellos. Nosotros creemos en nosotros mismos y estoy seguro de que Portugal cree en sus posibilidades. La final está abierta", afirmó.

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