De la mano del técnico Gareth Southgate y de su equipo de colaboradores, entre ellos una mujer, la selección de Inglaterra ha llegado hasta las ansiadas semifinales de la Copa del Mundo de Rusia 2018, una en la que no estarán Brasil, Portugal, Alemania y Argentina, entre otros equipos de renombre. 

Se trata de la doctora, Pippa Grange, que hoy es jefa de Desarrollo de Personas y Equipos de la selección de los Tres Leones. Con más de 20 años de experiencia trabajando con deportistas y con un doctorado en psicología aplicada, el compromiso de Pippa en la selección se enfoca en consolidar una cultura de equipo. El nosotros por encima del yo.

Según el diario británico, The Sun, esta materia la aprendió durante su estadía en Australia, cuando supervisó los cambios que afectaban el fútbol australiano, el deporte más popular de dicho país. Entre hombres rudos, la profesional evidenció la fragilidad que esconde el pensamiento del deportista de alto rendimiento, un ser que se agota naturalmente por la presión constante. 

“El éxito no se da, se gana”, es la frase que adorna con carteles lo que es hoy el nuevo gimnasio de la selección inglesa, un espacio en el que Pippa trabaja los miedos del goleador Harry Kane y del resto del equipo nacional.

Inglaterra viene de vencer a Suecia en los cuartos de final, con dos tantos de cabeza anotados por Harry Maguire (minuto 30) y Dele Alli (59), en un partido en el que no pudo marcar la estrella Harry Kane, el máximo anotador de lo que va de mundial con seis dianas. 

“Para llegar hasta aquí, el colectivo ha sido la clave. Ser capaces de controlar el juego y el partido contra un rival así, con la carga emocional y la fatiga de haber tenido un partido a mitad de semana, es una muestra de la resistencia y madurez de este equipo”, agregó. La selección inglesa no avanzaba a semifinales de un mundial desde la edición correspondiente a Italia-1990.

Inglaterra parece estar convencida de ganar su segunda Copa del Mundo, con una generación de futbolistas cuyo promedio de edad es de 25.9, la cual la convierte en la tercera selección más joven del Mundial.