La necesidad de llevar sustento para su familia y no tener apoyo de las autoridades del deporte salvadoreño, según él por cuestiones políticas, obligó al retiro a Jorge Jiménez en momentos en los que era uno de los cuatro mejores arqueros del mundo en la modalidad de arco compuesto.

Al igual que a muchos de los atletas de la última generación que le dio gloria al país, a Jiménez le comenzaron a retrasar el aporte económico que recibía mediante  la beca otorgada por el Instituto Nacional de los Deportes (INDES).

"Se me informó que no me iban a dar más la beca, que estaba faltando a los entrenos y que no tenía las marcas y puntajes necesarios, y no era así”, señaló Jiménez quien para ese tiempo, año 2015, ya laboraba en la alcaldía de Santa Tecla con la actual administración.

Jiménez es el encargado de 10 colonias del distrito tres de la cabecera departamental de La Libertad entre las que se encuentran La Sabana, Jardines del Volcán y Jardines de Merliot, entre otras.

“A mi entender, la decisión de quitarme la beca fue más por cuestiones políticas que por mi rendimiento", comentó el atleta que fue nombrado Hijo Meritísimo por la Asamblea Legislativa, por sus logros alcanzados a nivel deportivo y por poner en alto el nombre de El Salvador.

Combinar el deporte al más alto rendimiento con su horario de oficina provocó que Jiménez comenzara a perder nivel, algo que en ese momento no le importó a Jiménez quien tenía como prioridad a su esposa Patricia y sus dos hijos, Jorge y Javier. Todos arqueros.

Jorge, su hijo mayor, tiene en estos momentos 22 años y estudia ingeniería, mientras que Javier, de 19, comienza su educación para convertirse en abogado. En su momento quisieron seguir los pasos de su padre en el deporte que lo llevó a brillar a nivel nacional e internacional, pero no pudieron continuar.

"Sé que estaba haciendo bien las cosas y cada día entrenaba duro para mantenerme con el mismo nivel, pero nos llegaron a deber seis meses de beca, decían que no hacíamos nada, no entrenábamos, lo comprendí y lo aguanté, pero no podía estar seis meses sin ingresos, ya que de eso vivía, me dedicaba a entrenar todos los días para competir", denunció el arquero.

Quiere regresar

Luego de su retiro obligado, Jiménez se mantuvo al margen del deporte, pero con la noticia de que Santa Tecla será sede de los próximos Juegos Deportivos Centroamericanos en 2021 le ha vuelto a picar el gusanito y está dispuesto a volver sí hay condiciones para entrenar. 

"En seis meses u ocho meses sé que puedo estar compitiendo de nuevo a nivel internacional, estaría dispuesto a volver. La arquería es un deporte que permite competir por muchos años”, se animó el arquero.

“Cuando fui a mi primer mundial, en el año 2001, el aquero que ganó el primer lugar tenía 60 año, yo ahora tengo 51 años cumplidos, sé que puedo volver a lograr el nivel que tenía en el pasado", recordó con esperanzas el ahora jefe de distrito de Santa Tecla.

Actualmente, Jiménez está en pláticas para fundar una escuela municipal de tiro con arco, ya sea que funcione en el estadio de Las Delicias o en el Polideportivo de Ciudad Merliot. El exatleta confía que con la llegada del nuevo gobierno, el apoyo económico vuelva para el deporte en general, y que sea una opción tanto para las actuales como para las nuevas generaciones.

A criterio del “Roobin Hood” salvadoreño, los Juegos del 2021 son un buen evento, pero mientras ese año llegue, hacerlo en otras competencias nacionales e internacionales, así como aportar desde una escuela de desarrollo para nuevas generaciones.