Lionel Messi está de vuelta. El crack argentino no dejó dudas de que su meta de ganar la Copa América Centenario está más firme que nunca y quedó a un solo paso de convertirse en el máximo goleador de la historia de la selección argentina. 

El "hat-trick" que convirtió en los apenas 30 minutos que jugó en la goleada por 5-0 a Panamá en Chicago no sólo puso a la Argentina en los cuartos de final del torneo sino que le permitió sumar 53 tantos, apenas uno menos que la marca que ostenta desde 2002 el máximo artillero albiceleste Gabriel Batistuta. 

La oportunidad podría llegar el próximo 14 de junio, cuando el conjunto de Gerardo Martino enfrente a Bolivia en el cierre de la fase de grupos.

Pero Bolivia ya le impidió a fines de marzo quebrar la marca de los 500 goles en toda su carrera. ¿Podrá esta vez frenarlo en la búsqueda de la marca de Batistuta? 

"El récord es lo de menos. Para mí es un orgullo poder estar tan cerquita de lo que es el 'Bati', un goleador único en la selección, pero es lo de lo menos. Lo más importante es que la selección ganó, sigue en crecimiento y vamos a ir mejorando de a poco", declaró Messi tras el partido en el estadio Soldier Field, que terminó rendido a los pies del delantero.

Su meta última es otra: "La Copa es lo que deseamos todos. Y vamos muy bien". 

A sus 28 años, ganó todo lo posible con el Barcelona. Conquistó cinco Balones de Oro como el mejor jugador del mundo pero nunca pudo ganar un título con la selección mayor de Argentina. Es su gran asignatura pendiente, más cuando se le escaparon dos finales seguidas: el Mundial de Brasil 2014 y la Copa América 2015.  

El delantero dejó en claro que la lesión que sufrió en la espalda, por un fuerte golpe que recibió en la zona lumbar el 27 de mayo en un amistoso ante Honduras, no lo va a frenar. Bastante lo retuvo en el banco durante el debut argentino en la Copa, con un 2-1 sobre el campeón vigente Chile, y otros 60 minutos, que se le hicieron interminables, frente a Panamá.  

"Siempre quiero jugar, estar adentro de la cancha. Pero fue difícil, parecía que se hacía eterno porque estuve muchos días sin poder moverme, sin poder entrenar ni siquiera por el dolor en la espalda", confesó Messi.

El astro del Barcelona aseguró que "todavía" le falta para estar al 100 por ciento, aunque por su triplete no lo pareciera. 

"Fueron los primeros 30 minutos que entré después de un tiempo de estar parado y no es fácil en lo físico agarrar ritmo de fútbol y partido. De a poquito lo voy a hacer", prometió, como si hicieran falta ese tipo de promesas. 

Para el mediocampista Javier Mascherano, quien llevó la cinta de capitán mientras Messi estuvo en el banquillo, "fue clave recuperarlo". 

El "jefecito", que se convirtió en el jugador argentino con más partidos en Copa América con 23 presencias, no se sorprendió sin embargo por los logros de Messi ante Panamá: "Ha hecho 'hat- tricks' en 15 minutos en el Barcelona". "A mí no me sorprende porque tiene un nivel de contundencia con una efectividad muy muy alta", subrayó. 

Por lo pronto, Argentina ya clasificó a cuartos de final de la Copa América Centenario por el Grupo D, que lidera con seis puntos. La siguen Chile y Panamá, ambos con tres unidades, mientras que Bolivia quedó eliminada. Si queda en el primer puesto se medirá con el segundo del Grupo C, por ahora Venezuela, detrás de México por diferencia de gol. 

"Creo que ya en el primer partido quedó en claro qué quiere esta selección: seguir de esa manera, seguir creciendo. Venga quien venga en esta Copa va a ser complicado, como le tocó estar afuera a Uruguay porque Venezuela fue mejor. Sea cual sea el cruce va a ser difícil", anticipó Messi, que ya está un paso más allá, soñando cómo llegar a la final y esta vez, sí, ganarla.