Un cobrador de seguros guatemalteco discapacitado partió de viaje en una moto modificada por toda Centro América para celebrar que se había recuperado de varias cirugías que lo postraron en una cama durante cinco años debido a un accidente laboral, pero su feliz aventura se convirtió en pesadilla cuando su vehículo se averió en territorio costarricense. Las autoridades aduanales le decomisaron la moto desde marzo y desde entonces no ha podido recuperar su vehículo, al que considera "su más preciado trofeo".

Rafael Figueroa Arrué sufrió un accidente laboral en 2010 que le destrozó la tibia y el peroné. Tras una larga recuperación, se vio obligado a vender dos motos de su propiedad para pagar las deudas que tenía y continuar con el tratamiento para poder caminar de nuevo.

Apoyado en un bastón, volvió a caminar y su médico le indicó no volver a subirse en una moto; sin embargo decidió modificar su Honda CB motor 750 año 1980, que había sido un regalo de su padre.

Un amigo le recomendó instalarle a la motocicleta un vehículo de una rueda al costado, lo que también se conoce como sidecar; ello le permitiría nivelar el peso para que su pierna pudiera soportar un viaje. 

El experimento le produjo los resultados esperados y el vehículo modificado se convirtió en un efectivo medio de transporte. Así, luego de cinco años de operaciones, Figueroa pudo valerse por sí mismo y movilizarse a través de largos trayectos.

En su convalecencia, el guatemalteco quiso conmemorar que por fin había obtenido el alta médica y se propuso realizar una hazaña: un viaje largo desde su país hasta Panamá, un recorrido popular entre los motociclistas. "Me fui preparando física y mentalmente e hice los ajustes para que la moto diera su máximo y no me dejara varado por problemas mecánicos", recuerda.

Con mapas de la región, itinerario a la mano, un plan de viaje completo y su nuevo vehículo revisado, Figueroa partió a su aventura el 15 de diciembre de 2015 con ruta Guatemala-Barberena (frontera hacia El Salvador). Así, llegó a territorio salvadoreño el 17 de diciembre y realizó una parada en Zacatecoluca el 18 de diciembre para luego continuar hasta Honduras y Nicaragua.

El 19 de diciembre cruzó sin problemas territorio nicaragüense y luego llegó a Costa Rica, donde comenzaron las dificultades. "En Alajuela, un área montañosa, con calles muy malas, la moto comenzó a dar problemas y para mi sorpresa el sistema de frenos falló y unos roles o cojinetes se rompieron, dejando la moto varada en ese lugar", relató a El Salvador Times.

Al ingresar a Costa Rica había recibido un permiso de circulación de un mes, lo que consideró era tiempo suficiente para reparar la moto, cumplir su hazaña y regresar a Guatemala. "Al tener conocimiento de cómo funciona el mecanismo de mi moto, decidí a desarmarla y repararla", señaló. Pero la situación se complicó cuando no pudo conseguir los repuestos y las herramientas necesarias para realizar la restauración.

"Un rol o cojinete estaba trabado y necesitaba una herramienta llamada extractor de cojinetes, que no pude conseguir rápido debido al lugar donde me encontraba y a que no es una herramienta común y económica", explicó. Pero Figueroa se encontró con un problema aún mayor: desconocía el territorio y las leyes de Costa Rica.

Tres meses varado en el extranjero

Debido a los contratiempos, Figueroa había perdido el entusiasmo por la aventura por lo que optó por regresar a Guatemala sin completar su travesía. "Estuve tres meses con la moto varada y desarmada mientras corría el tiempo y el permiso de estadía en ese país, pero no podía hacer nada por lo complejo de la situación", comentó el frustrado viajero, quien finalmente logró restaurar su Honda CB750. 

En marzo llegó de regreso a la frontera de Peñas Blancas -entre Costa Rica y Nicaragua- y le detalló  su experiencia a los agentes de migración que lo atendieron; sin embargo estos le decomisaron el vehículo.

"No me decomisaron la moto en ningún operativo, yo la entregué para los trámites de rigor", subrayó el guatemalteco, tras considerar la acción como un abuso. "A mi criterio lo justo era que me impusieran una multa y me permitieran continuar con el viaje", opinó.

Figueroa señaló que previamente se había presentado a las oficinas migratorias localizadas en la frontera de Peñas Blancas para reportar su situación y buscar la manera de extender su permiso temporal. "Al entrar a Costa Rica te dan un permiso si entras en vehículo con placas extranjeras; es un permiso temporal para vehículos no lucrativos. Me lo dieron por un mes, pero el seguro y el sello de migración eran por 90 días" refirió.

El cobrador de seguros se quedó solo en la frontera y sin su moto; pero al ver su situación una familia francesa  lo auxilió y le dio hospedaje en una casa rodante.

El 15 de marzo interpuso una solicitud de devolución en Palmitos de San Ramón, Alajuela, llamada "solicitud de devolución de vehículo especial". El 31 de marzo respondieron a su petición señalando que "su minusvalía no es razón de peso para no haber reportado el incidente ni haber salido del país oportunamente". Además, las autoridades migratorias ticas le manifestaron que confiscaron su moto con base a la Ley de Importación de Vehículos por Carretera.

Figueroa apeló la decisión de las autoridades aduanales a través de abogados, alegando que había reportado la anomalía responsablemente, a pesar de hacerlo fuera del tiempo establecido por las leyes de Costa Rica.

"No se valoró mi posición de colaboración absoluta en este caso, ni mi condición de minusvalía, de lo cual las autoridades ticas son totalmente conocedoras ya que me vieron con mi bastón y mi dificultad para caminar", comentó en indignado aventurero, quien además apela a la Declaratoria de Derechos Humanos la cual ampara un trato especial para personas con discapacidad.

Figueroa logró regresar a Guatemala, pero hasta el día de hoy sigue esperando la respuesta de la aduana costarricense para la devolución de su moto, mientras avanza el tiempo y se incrementa el valor del depósito aduanero en dicha frontera. Los funcionarios de aduana Peñas Blancas alegan que se ha excedido el tiempo de presentar la defensa, que la misma es extemporánea y que le faltan detalles.

Copia de la certificación médica