• Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
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Internacionales - 800 mil migrantes acogidos

Dreamer salvadoreña en EE.UU.: “No queremos regresar a El Salvador”

El presidente estadounidense ha dejado en manos del congreso y de su partido el futuro del programa creado para proteger a menores migrantes bajo la administración Obama.

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Dreamers salvadoreños se manifiestan frente al Congreso estadounidense. Fotos: El Salvador Times
Dreamer salvadoreña en EE.UU.: “No queremos regresar a El Salvador”

“Llegué a Estados Unidos desde El Salvador cuando tenía 13 años, por la delincuencia. Ahora tengo una empresa con tres personas trabajando conmigo y tengo miedo de lo que pueda pasarnos. Todos los que tenemos DACA nos hemos ganado con trabajo y sacrificio el derecho de estar aquí y hemos contribuido a este país”.

Esta la historia de Karina García, una de los 800 mil jóvenes, conocidos como “los dreamers”, hijos de migrantes, que ingresaron a Estados Unidos de manera ilegal y que ahora están protegidos por el programa de Acción Diferida para Menores de Edad, conocido como DACA por sus siglas en inglés, que podría ser cancelado hoy por el presidente Donald Trump.

Los “dreamers” y sus familiares esperan un milagro. La eliminación del programa fue una promesa que el presidente estadounidense hizo a sus seguidores durante la campaña presidencial y para esto solo se necesita una orden Ejecutiva.

Y aunque la postura del mandatario ha sido volátil, hoy el mandatario ha decidido que todo se ventile en el Congreso de la Unión Americana.

Por ahora se ha suspendido el programa mientras los congresistas legislan una reforma migratoria, algo que podría demorar seis meses, y que anularía el amparo que protege a los “dreamers” desde 2012, luego que una corte de Texas aceptara una demanda en contra del programa.

“No le hemos quitado nada a ningún americano. Ellos tienen los beneficios que ningún otro migrante puede tener, con este permiso nosotros podemos trabajar, pagar impuestos y además muchos seguimos ayudando a nuestros familiares que están en El Salvador”, dijo Karina a El Salvador Times.

Al anunciar Trump este martes el fin de DACA, y si la reforma del Congreso es “condenatoria” se especula que muchos de estos “dreamers” podrían ser deportados. Esto es una pesadilla para ellos, ya que casi todos dejaron sus países de orígenes por la violencia y la falta de oportunidades.

“Mi mamá decidió traernos en 2007 a mi hermano y a mí porque estamos entrando a la adolescencia y los problemas con las maras se estaban poniendo feos en El Salvador. No puedo ni imaginar que sería regresar a nuestro país, con nuestros hijos adolescentes ahora que las esos problemas están más feos”, continúa Karina.

Deportación sería algo fatal

“Todos tenemos miedo de qué pueda pasarnos. El Salvador es mi país, es nuestro país, pero no tiene las condiciones de superación que necesitamos nosotros y nuestros hijos, no tiene las condiciones para recibirnos si se termina DACA”, dice García preocupada.

Mientras tanto, la Cancillería salvadoreña ha expresado que continuará trabajando para abogar ante las autoridades estadounidenses que no finalicen el programa. Sin embargo, no se ha hablado de planes de mitigación en caso que se den deportaciones si Trump pone fin a DACA.

“Sería fatal para nosotros si nos deportan y además así como está la delincuencia y las maras sería un peligro para nosotros y nuestros hijos, porque la gente en nuestro país cree que tenemos dinero y por eso tantas extorsiones a otros salvadoreños que han regresado… es un riesgo para nosotros regresar a nuestro país”, dice García.

Aunque el plazo vence este día Karina y muchos otros migrantes que están en esta situación no ven otra opción más que luchar hasta donde las leyes de este país les permita para quedarse y pelear por su permanencia en suelo estadounidense.

“No hemos pensado en qué podemos hacer. No sabemos qué podemos hacer, no sabemos si nos va a tocar escondernos, salir de nuestras casas por el temor a que las autoridades tienen todos nuestros datos y saben dónde vivimos… Lo que hago en este país es mi fuente de ingresos, con esto ayudo a mi abuela que vive en El Salvador”, continúa la joven.

DACA, una oportunidad

DACA inició gracias a una orden ejecutiva emitida por el presidente Barack Obama en 2012, para que los jóvenes que habían llegado al país entre 2007 y ese año pudieran permanecer de forma legal.

“Yo llegué cuando tenía 14 años y las cosas no fueron fáciles. Empecé a trabajar en un restaurante igual que mi mamá para ayudar a la economía de la familia. Después con esfuerzo empecé a estudiar y luego en 2013 cuando pude tener DACA logré tener un mejor trabajo”, dice Karina.

La joven que ahora tiene 24 años, logró salir adelante poco a poco y con esfuerzo. Ahora, tiene una empresa con tres empleados a su cargo, algo que según reconoce no le hubiera sido imposible en El Salvador.

“Si DACA termina no solo sería fatal para mí. Estas tres personas que trabajan conmigo y que dependen de este empleo se quedaría sin una fuente de ingresos y sus familias sufrirían las consecuencias. Y si decido quedarme a pesar de no tener la protección del programa no cualquier me daría empleo”, asiente la joven.

Aunque algunos medios de noticias de Estados Unidos publicaron que la decisión de poner fin a DACA está tomada, el representante en jefe de la Cámara de Republicanos y líder del partido Republica, Paul Ryan, dijo el lunes que no es conveniente que el presidente Trump ponga fin al programa.

Mientras tanto, los “dreamers” y los activistas pro inmigrantes esperan que suceda un milagro y que de pasar la decisión al Congreso, los senadores se pongan de acuerdo para continuar con el programa que fue renovado para algunos jóvenes apenas la semana pasada.

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