En el atrio de la catedral de Cuernavaca (Morelos), el todavía alcalde de la ciudad de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco, informó que mantendrá la huelga de manera indefinida y hasta que se resuelva favorablemente el recurso jurídico con el que el congreso local pretende destituirlo de su cargo.

Cuauhtémoc Blanco, dijo la mañana de este sábado que "está casi seguro" de que no habrá elementos para enjuiciarlo, sin embargo, llamó a sus seguidores y a los ciudadanos de la capital a unirse para luchar contra las injusticias y las arbitrariedades de los legisladores.

"He llorado de impotencia", reconoció el también exgoleador de la selección nacional luego de varios días en que las fuerzas políticas del estado han hecho todo lo posible para destituirlo, en un país donde este tipo de juicios resultan anecdóticos y casi siempre rechazados. 

Cuauhtémoc Blanco, sin experiencia política previa, ganó sorpresivamente la alcaldía en las elecciones de 2015 para un periodo de tres años. Desde el inicio de la campaña se dijo que el futbolista fue contratado por el minoritario Partido Socialdemócrata (PSD) para atraer los votos suficientes que pide la ley para mantener el registro.

La estrategia funcionó mejor de esperado y Blanco ganó con el 28,46% de los votos, seis puntos más que segundo lugar.

Los involucrados negaron la existencia de dicho contrato hasta que Cuauhtémoc Blanco despidió del gobierno a los dirigentes del PSD, quienes publicaron el contrato mediante el cual se comprometían a pagar al futbolista 345.451 dólares estadounidenses, entre otras prestaciones, por ser candidato.

A partir de ese momento las fuerzas políticas iniciaron los intentos de destituir al emblemático jugador del centenario Club América. 

Antes de iniciar su huelga de hambre, Blanco comió un caldo de pollo en la ciudad de México y al llegar a Cuernavaca tomó un ponche de frutas.