Un hombre en la ciudad de Tucson, Arizona, Estados Unidos, enfrenta cargos por el asesinato en perjuicio de su hijo de seis años al derramarle agua caliente en la boca.

La Policía capturó a Pablo Martínez a quien acusa de matar a su propio hijo con premeditación. El sospechoso se defendió de las acusaciones de las autoridades diciendo que “había un demonio” dentro del pequeño.

Según las autoridades, el sujeto tomó al menor y lo colocó debajo de un grifo del que caía agua caliente por unos 5 a 10 minutos provocándole quemaduras en diferentes partes del cuerpo que terminaron por matarlo. 

Los vecinos alertaron a la Policía de los gritos del niño, por lo que un equipo de agentes llegó hasta la ciudad y encontraron a la víctima tendida en el piso; y aunque lo trasladaron a un hospital cercano fue declarado muerto a los pocos minutos.

Al ser cuestionado por los investigadores, el sujeto dijo que “vio algo malo” dentro del niño y sabía que tenía que “echarle al demonio”.

Martínez dijo a las autoridades que no entenderán lo que hizo porque “no tenían la mentalidad o las creencias correctas”.