Un japonés fue arrestado por apuñalar a su hijo de 12 años. El motivo del brutal ataque fue porque el menor no había estudiado para los exámenes de secundaria.

El presunto criminal es Kengo Satake, un transportista de 48 años, residente de Nagoya, una ciudad céntrica de Japón.

Satake confesó el homicidio ante las autoridades: "Lo apuñalé porque no estudiaba", dijo a la policía duante la detención, ocurrida una hora después de matar a su hijo con un cuchillo de cocina.

Satake declaró que estaba preocupada porque su hijo no estudiaba lo suficiente para los exámenes de cambio de ciclo, cuyos resultados determinarían si podía ser aceptado o no en un colegio de mayor prestigio.

El menor, identificado como Ryota, murió debido a la pérdida de sangre provocada por las heridas en el pecho, según informó la policía nipona.

Japón es conocido por ejercer mucha presión sobre los estudiantes para poder obtener buenos resultados académicos.

Una red de academias extraescolares preparan a un 90% de estudiantes de secundaria para los exámenes de ingreso a las universidades. Dichas convocatorias se conocen popularmente en Japón como "shiken jigoku" ("el infierno de los exámenes").