Una joven de 24 años embarazada fue encontrada por su hermano ahorcada en el baño de su casa ubicada en la ciudad de Mandeville, Luisiana, Estados Unidos. Las autoridades creen que los problemas mentales que padece la orillaron al suicidio.

Howard Pitre, padre de Jessica, recordó que recibió con alegría la noticia de parte de su hija que iba a ser abuelo, pero el entusiasmo le duró poco.

La joven, antes de su embarazo, estaba siendo medicada para evitar los arrebatos que le provocaban los trastornos mentales como “violencia, escuchar voces 24 horas al día”, según explicó su padre. Los medicamentos supusieron un alivio, tanto a ella como a su familia, pues le ayudaban a tranquilizarse.

Sin embargo, cuando salió embarazada dejó de tomar las medicinas para evitar que su consumo le hiciera daño a su bebé.

La joven, que fue diagnosticada con trastornos bipolares, estrés postraumático, ansiedad social y esquizofrenia, resintió el dejar de tomar los fármacos del tratamiento y poco a poco comenzó a tener ataques de nuevo.

El padre narró, a la cadena 4WWL, que padecía de alucinaciones en las cuales decía que los policías iban a llegar a buscarla para quitarle al bebé. Por todos esos episodios, el progenitor pidió que la internaran en un hospital, pero le dijeron que por su condición de embarazo no podía ser internada.

El 22 de octubre, el hermano de la joven llegó a casa, entró al baño y encontró a Jessica ahorcada, inmediatamente le avisó a su padre, pero cuando trataron de auxiliarla ya había muerto.

La familia calificó como “dolorosa e insoportable” la pérdida de Jessica y de su hijo, al cual llamarían Liam Joseph.