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Internacionales - Ha expresado su deseo de viajar a El Salvador

Juez nacido en El Salvador, que procesó a Pinochet, recibirá premio por defensa a los Derechos Humanos

El exjuez, irónicamente, es ahijado del dictador salvadoreño general Maximiliano Hernández Martínez, y fue el primero en procesar al dictador chileno Augusto Pinochet.

juez chileno
Fotografía: AFP
Juez nacido en El Salvador, que procesó a Pinochet, recibirá premio por defensa a los Derechos Humanos

El exjuez chileno Juan Salvador Guzmán Tapia, primer magistrado en procesar al dictador Augusto Pinochet, recibirá este martes en Chile el premio Edelstam, un galardón que recompensa a quienes defienden los derechos humanos.

Guzmán Tapia, es irónicamente, ahijado del dictador salvadoreño general Maximiliano Hernández Martínez (1931-1944).

Según reseña del historiador Carlos Cañas Dinarte, el exjuez es hijo del poeta Juan Guzmán Cruchaga, quien fue embajador de Chile en El Salvador en época de Martínez.

“Cuando el poeta le dijo al brujo (a Martínez) que él y su esposa esperaban un hijo, Martínez le dijo que lo llamara Salvador y que él sería su padrino de bautismo. Por eso se llama Juan Salvador y desde hace años quiere regresar a El Salvador, para colocar un monumento a su padre en Los Chorros, en el Jardín de los Poetas”, afirmó Cañas Dinarte. 

El premio Edelstam

La fundación Edelstam, del nombre de un fallecido diplomático sueco, otorga el premio a Guzmán por su "relevante contribución y valor excepcional manteniendo sus propias convicciones en la defensa de los derechos humanos", según anunció este lunes.

Guzmán era un juez conservador en el Chile de los años 1970. Tras el golpe de Estado de Pinochet, el 11 de septiembre de 1973, apoyó implícitamente al gobierno militar porque pensaba que el país necesitaba "algún orden".

Pero su opinión sobre el régimen de Pinochet cambió drásticamente a partir de 1998, cuando fue designado para investigar los delitos cometidos por la dictadura militar entre 1973 y 1990.

"Parecía improbable que un juez conservador tramitara el caso con seriedad, pero estos temores poco a poco mostraron ser infundados", recuerda la fundación Edelstam en un comunicado.

Guzmán entrevistó a supervivientes y se dio cuenta de la magnitud de la brutalidad de los militares durante la dictadura.

Con el fin de acotar los numerosos casos, concentró su investigación en los crímenes perpetrados en octubre de 1973 por la llamada "Caravana de la Muerte", un escuadrón del ejército chileno que recorrió el país ejecutando a los presos políticos.

Guzmán realizó investigaciones por todo el país para encontrar los restos de cerca de 1.200 presos políticos que seguían desaparecidos. Y, tras lograr que la Corte Suprema desaforara a Pinochet en el año 2000, procesó al exdictador por secuestro y asesinato.

También acusó a numerosos miembros de las Fuerzas Armadas por su participación en los crímenes de la dictadura.

Estableció, además, que el secuestro de personas que posteriormente desaparecieron era un delito permanente que debía ser perseguido a pesar de las amnistías o las prescripciones mientras se desconociera el paradero de los desaparecidos.

"Demostró gran coraje civil llevando a cabo sus investigaciones. A pesar de amenazas a su persona, el juez Guzmán abrió un camino importante para la justicia en Chile que muchos jueces siguen hasta el día de hoy", destacó la fundación Edelstam.

Durante la dictadura de Pinochet (1973-1990) murieron más de 3.200 personas y otras 38.000 fueron torturadas, según datos oficiales.

El dictador nunca llegó a ser condenado. Su caso fue sobreseído por su estado de demencia y falleció en 2006.

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