Una mujer que está siendo acusada por la Policía de Los Ángeles de asesinar a sus tres hijos, en el estado de California, ha confesado el crimen al interior de la celda diciendo que los ahogó “para protegerlos”. Ha sido identificada como Liliana Carrillo.

El informe de Univisión detalla que el 10 de abril la abuela de Joana, Terry y Sierran, todos de apellidos Denton Carrillo, de 3 y 2 años, y de seis meses, respectivamente, los encontró sin vida al interior del apartamento en el que vivían con su madre, Liliana Carrillo.

La abuela avisó a las autoridades y detectaron que Liliana había intentado huir de la escena, por lo que fue arrestada bajo sospechas de haber estado involucrada en el asesinato.

Desde una celda donde la madre está recluida confesó qué fue lo que sucedió con sus hijos: ella los mató.

“Los ahogué. Lo hice suavemente. No sé cómo explicarlo. Los abracé. Los besé. Estaba pidiendo perdón todo el tiempo. Yo amaba a mis hijos… no quería que siguieran sufriendo abusos. Yo amaba a mis hijos. Me gustaría que este no hubiera sido el caso, pero prometí que los protegería”, dijo a un canal local, según recoge Univisión.

Cuando se le cuestionó sobre qué o quién quería “proteger” a sus hijos, ella señaló al padre, Erik Denton de traficar personas.

Los señalamientos de la mujer surgen después de que el padre de las criaturas había reclamado judicialmente la custodia de sus pequeños y pedía a las autoridades practicarle una evaluación mental a Liliana.

En la batalla por la custodia Denton señalaba un "comportamiento mentalmente inestable" de parte de la madre de sus hijos.

Por el momento la mujer también está enfrentando cuatro cargos más robo de vehículos y uso del mismo sin consentimiento del propietario, hechos que cometió cuando trababa de alejarse de su apartamento donde habría matado a sus hijos.