Antes de morir, un niño con cáncer en etapa terminal lucho contra todo diagnóstico para poder conocer a su pequeña hermana recién nacida en Navidad.

Mientras que en el resto del mundo celebraba la Nochebuena, un matrimonio en Inglaterra vivió el encuentro de la vida y la muerte ya que mientras daban a luz a una niña, su primer hijo, de tan solo 9 años de edad, estaba a punto de morir debido al cáncer que padecía.

Con su hermanita en brazos, Bailey Coope les pidió a sus padres que cuando él ya no viviera no lloraran más de 20 minutos porque tenían que hacerse cargo de sus hermanos y en especial de la nueva integrante de la familia. 

Cooper había luchado 15 meses contra la enfermedad pero cuando supo que su madre estaba embarazada decidió luchar y se empeñó en ser más estricto en sus tratamientos para alargar su margen de vida y conocerla. El pequeño pudo tomarse una tierna fotografía con la bebé en sus brazos.

Su madre ldijo al New York Post que no pensaban que él duraría tanto, pero “estaba determinado a conocer a Millie, la abrazó e hizo todo lo que un hermano mayor haría, la cambió, la bañó y le cantó”.

Todos en la familia sabían que no sobreviviría a la noche de Navidad pero aun así le pidieron que llenara una lista con los regalos que quería para la festividad; él lo hizo pero todos los presentes eran para su hermanos de 6 años y lo justificó diciendo que él ya no necesitaría.

Después de que fue llevado al hospicio el 22 de diciembre su familia se reunía todos los días alrededor de su cama para leerle cuentos y acompañarlo,  informó la cadena Telemundo.

El cáncer de Bailey fue descubierto en una etapa 3, lo que significa que estaba muy avanzado. Los médicos estuvieron tratándolo con quimioterapia pero en 2017 no tuvo remisión.