En febrero de este año, el cuerpo de bomberos de Reino Unido logró salvar a varios animales de los fuegos que amenazaban con consumir la granja en donde vivían. Seis meses después recibieron como agradecimiento un polémico regalo que tiene a las redes enfrascadas en decidir si este es o no un acto "desalmado".

Este extraña historia que tiene enfrascada a internet en una tremenda discusión que empieza con un incendio que ocurrió el pasado 21 de febrero en Pewsey una pequeña villa a 80 millas de Londres, Inglaterra, en el que los bomberos salvaron a 18 cerditos y 2 cerditas del fuego que consumió una granja.

Aunque la hazaña apenas alcanzó las noticias, la gerente de la granja le prometió al cuerpo de bomberos que tarde o temprano ellos recibirían un regalo de agradecimiento por su ayuda.

Lo que parecía no más que una promesa de pura cortesía terminó convirtiéndose de verdad en regalo. Uno que llegó esta semana, seis meses y un día después de la catástrofe.

El  22 de agosto, los bomberos recibieron de parte Rachel River, gerenre de aquella granja, unas deliciosas y abundantes salchichas. Claro, salchichas hechas de las carnes de aquellos cerditos que tan valientemente los hombres habían salvado y que durante meses habían sido engordados por su dueña con un solo propósito.

Los miembros del departamento de bomberos celebraron el regalo con una barbacoa y cervezas, no o sin antes dejar en sus redes sociales la evidencia de por qué su trabajo como rescatistas valía la pena.

“Exactamente seis meses y un día desde que rescatamos a los 18 cerditos del fuego, hemos recibido los frutos de nuestra labor en esa noche de febrero”, escribieron orgullosos en el Facebook de la organización para luego añadir “Gracias a Rachel River por dejárnoslos probar”.

Más de 750 comentarios han sido dejados debajo de su disculpa. Algunos simplemente consideran ridículo que los bomberos se tengan que disculpar por hacer algo para lo que al fin y al cabo los cerdos estaban destinados, comérselos. Otros simplemente no se recuperaban del comportamiento "desalmado" de los bomberos de comerse aquellos cerditos que habían salvado.

La gerente de la granja, Rachel River, cree que no hay nada de que disculparse y solo ha puesto más carbón al fuego: "No somos un santuario de animales. Le dimos a los cerdos la oportunidad y la mejor vida que posiblemente ellos podrían tener por 6 meses".