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Christopher Nolan: “Básicamente, no hay buenas terceras partes”

La admiración de Christopher Nolan por obras que desafían las convenciones refleja su búsqueda constante de originalidad y de riesgos creativos dentro de la industria cinematográfica. Con una carrera marcada por películas distintivas y conceptos innovadores, el director británico mantiene una postura crítica respecto a las continuaciones y, en particular, a las terceras partes dentro de las sagas de cine más populares.
Una excepción entre muchas secuelas: la visión de Nolan
Recientemente, Nolan manifestó su perspectiva sobre este tema en una conversación con Tom Shone, difundida por Indie Hoy. “Básicamente, no hay buenas terceras partes”, sostuvo Nolan, autor de éxitos como "Memento", "Interestelar" y la trilogía de Batman. Según él, cuando una historia llega a una tercera entrega, el riesgo de repetición y desgaste es significativo, ya que pocas veces se logra mantener el nivel de frescura y calidad de las primeras películas.
Sin embargo, el director concede una excepción notable: “'Rocky III', tal vez”, señaló, subrayando cómo la cinta protagonizada por Sylvester Stallone consiguió diferenciarse en estilo y tono respecto a sus predecesoras.
Este reconocimiento por parte de Nolan no es casual. Rocky III es recordada no solo por su trama, sino por el modo en que logró reinventar a su personaje principal, mostrar un contexto renovado y aportar elementos novedosos dentro del mundo del boxeo cinematográfico. Para el cineasta británico, ese cambio en la fórmula fue fundamental para que la película trascendiera y no cayera en los errores comunes de las secuelas.
Terceras partes notables que no convencen a Nolan
La opinión de Nolan fue aún más enfática cuando mencionó títulos destacados que muchos consideran ejemplos de terceras partes exitosas, pero que él mismo no incluye en su corta lista de excepciones.
Así, dejó fuera a "El padrino III", dirigida por Francis Ford Coppola, que a pesar de sus múltiples nominaciones al Oscar, comentarios favorables de la crítica y buenos resultados de taquilla, no logró para Nolan superar la grandeza de sus predecesoras.
Lo mismo expresó sobre "Toy Story 3", "Bourne: El ultimátum" y "El señor de los anillos: El retorno del rey". Aunque estas películas fueron bien recibidas y tuvieron impacto cultural y comercial, el director las percibe como continuaciones que no alcanzaron la excelencia innovadora de las entregas iniciales de sus respectivas sagas.

La trilogía de Batman, una apuesta por el cambio
Desde la experiencia personal, Nolan aplicó su propio criterio de exigencia al desarrollo de la trilogía de Batman. Explicó que, junto a su equipo creativo, evitó concebir las películas simplemente como secuelas o la extensión comercial de un producto de éxito asegurado.
“La primera es una historia de origen. La segunda es una película dramática de crimen, muy parecida a Heat, y para la tercera, necesitábamos apuntar más alto, porque no puedes nivelar para abajo... Tienes que cambiar de géneros”, declaró Nolan según recogió Indie Hoy.
Por ello, "El Caballero de la Noche: La leyenda renace", estrenada en 2012, supuso un giro importante. “Fuimos por la épica histórica, la película catástrofe —"Infierno en la torre" se encuentra con "Doctor Zhivago"—”, describió el cineasta, mostrando así su interés por la transformación y la exploración narrativa.
El legado según Nolan: originalidad sobre repetición
La visión de Nolan sobre las trilogías y, en general, sobre las sagas cinematográficas, marca un contraste con la tendencia actual en Hollywood, donde la proliferación de franquicias busca explotar al máximo la rentabilidad de los personajes y universos ficcionales.
Frente a este panorama, la postura crítica del director apunta a la importancia de la diferenciación en estilo y género, así como a la necesidad de evitar la repetición mecánica de fórmulas exitosas. Para Nolan, el desafío del cine está en renovarse y superarse constantemente, dando prioridad a la originalidad y al riesgo artístico, por encima de la comodidad que ofrecen las continuaciones predecibles.
De este modo, la admiración de Nolan por películas como "Rocky III" revela un profundo aprecio por las obras que, incluso en condiciones adversas, logran distinguirse y reinventar los géneros, dejando una marca indeleble en la memoria colectiva del cine.