Como un acto de mala suerte, así definió Narciso Antonio Reyes Ábrego el ataque que realizó a José Luis Alvarado con un corvo, luego de una discusión en la colonia Alcaine1 del municipio de San Marcos.

La confesión del imputado de 79 años se dio ante el juzgado Tercero de Sentencia, que aceptó la solicitud de la Fiscalía para reducir de 15 a 2 años con seis meses la condena por este delito tipificado como homicidio tentado al modificarlo a lesiones.

Según la versión que Reyes Ábrego relató al juez a cargo del proceso, el 16 de septiembre de 2015, en horas de la tarde, cuando regresaba de trabajar se encontró con Alvarado, quien se abalanzó contra él.

Al defenderse del ataque, el imputado optó por sacar de su cintura el corvo que portaba. Fue en ese momento que la víctima de 54 años optó por intentar agarrar el arma pero, según Reyes, este solo se lastimó los dedos de una de sus manos.

No obstante, en su confesión el imputado se contradijo debido a que posteriormente admitió que fue mucho más que una herida incidental. “Me hago cargo que al sentir miedo yo lo herí con el corvo”, esto sin detallar el tipo de heridas que le proporcionó a la víctima.

El informe forense leído por el juzgador señaló que Alvarado presentaba heridas en el costado izquierdo del tórax, además de una en el brazo y dos en las piernas. De igual manera, se señalaba las lesiones en los dedos.

Este peritaje revelaba justamente que la primera versión del corte incidental en los dedos no coincidía con las lesiones que tuvo la víctima.

“Quiero paz, la cual no la tengo desde que me pasó eso por mala suerte, como dice la palabra”, señaló el imputado, quien fue detenido por las autoridades el 28 de septiembre de 2015 y pasó un año en el penal "La Esperanza", mejor conocido como Mariona. 

Hombre merodea casa de su víctima

En la sala de audiencia estuvo presente la víctima, quien solicitó al juzgado un régimen de protección especial, ya que sigue temiendo por su vida por estos hechos, debido a que su atacante ha sido visto en la colonia Alcaine 1.

“Mi hija –quien presenció la agresión- ha quedado con problemas psicológicos por estos hechos y por eso le pido que le prohíba llegar a este señor a la casa donde vivimos”, manifestó la víctima, quien avaló la reducción de pena.

Alvarado que también recibirá $500, ofertados por la hija del imputado para negociar la reducción de pena, no reveló cuáles fueron los motivos que llevaron a la discusión y posterior agresión que le realizó Reyes Ábrego.

“Me atacó sin motivo, no tenía ningún tipo de relación, no éramos ni amigos”, respondió Alvarado a los cuestionamientos del juez, quien quería conocer si habían antecedentes que pudieran haber provocado la situación.

Pese a que el asunto no fue aclarado en el proceso, el juez accedió a la petición fiscal y remarcó que el imputado, quien padece de problemas de oído y vista, no puede acercarse a la víctima o algún miembro de su familia.

Respecto a la sustitución de la pena por trabajo social, el juzgado decidió suspenderla debido a la edad de Reyes Ábrego, quien estará bajo vigilancia de una de sus hijas para cumplir con el acuerdo al que se llegó.

“No voy a regresar a ese pueblo (San Marcos) nunca más”, señaló el hombre, quien ahora reside en una colonia del municipio de Santiago Texacuangos.