Miguel Antonio Barrios había estado bebiendo alcohol el 1 de mayo de 2021. Por la noche, se fue caminando ebrio por la colonia San Antonio, de El Congo, en Santa Ana, para regresar a su casa. Pero un encuentro fortuito con un grupo de pandilleros del Barrio 18 que operaban en esa colonia le cambió el destino a Barrios. 

Barrios, embriagado, confrontó a los pandilleros y los amenazó. Los criminales lo rodearon y le empezaron a dar una golpiza. Le daban patadas en la cabeza y en otras partes del cuerpo. Lo vapulearon hasta dejarlo inconsciente. Moribundo. Los pandilleros no lo dejaron allí y se lo llevaron a una finca conocida como La Tortuga, de El Congo.

Los asesinos tenían identificado un pozo dentro de esa finca. Allí, le quitaron la ropa y lo arrojaron al pozo.

La familia de Barrios comenzó a buscarlo y denunció su desaparición a la Policía Nacional Civil. Fue hasta cuatro días después, el 5 de mayo, que Barrios fue hallado muerto dentro del pozo. La autopsia del Instituto de Medicina Legal determinó que la causa directa de la muerte del hombre fueron los golpes que sufrió al ser arrojado al pozo por los pandilleros.

La Fiscalía General de la República y la Policía investigaron el asesinato de Barrios y lograron dar con los responsables materiales del crimen: José Eduardo Morán García y Nelson Ernesto Portillo Cortez, dos miembros activos de la pandilla Barrio 18 de El Congo.

El Juzgado Primero de Sentencia de Santa Ana conoció el caso y condenó este lunes 7 de agosto a los dos pandilleros a una pena de 38 años de cárcel por los delitos de homicidio agravado (20 años), desaparición de personas (15 años) y agrupaciones ilícitas (tres años).