Edwin Baltazar Villalobos García, de 40 años, un profesor gay que pedía videos sexuales a un joven de 17 años fue condenado a tres años de cárcel, pero fue reemplaza por 144 jornadas de utilidad pública y a pagar $1,000 en concepto de responsabilidad civil.

La Fiscalía General de la República (FGR)  informó que el condenado fue acusado por el delito de corrupción de niñas, niños, adolescentes o personas con discapacidad a través del uso de tecnologías de la información y comunicación. Fue el Juzgado Tercero de Sentencia de San Salvador, donde se ventiló el caso donde fue encontrado culpable. 

El jefe fiscal indicó que el procesado es profesor de un centro escolar público ubicado en Soyapango, haciendo uso de la tecnología, incitaba a un adolescente de 17 años a compartir videos con carácter pornográfico a cambio de dádivas.

Debido a esta situación es que se logra la identificación y captura por medio de seguimiento y búsqueda informática con técnicos de la Policía Nacional Civil (PNC) por el delito antes mencionado, el cual es sancionado en el artículo 31 de la Ley Especial contra Delitos Informáticos y Conexos.

La Fiscalía detalla que la investigación se venía realizando desde marzo del 2016, en donde el menor de edad, acompañó un día de ese año a un amigo hacia un centro comercial de Soyapango en horas de la tarde; pero estando en el lugar, llegó un señor quien se presentó con el nombre de Edwin, quien le entregó dinero a su amigo y luego se retiraron del lugar. El amigo no le manifestó de porqué el señor le había entregado ese dinero. 

Posteriormente, en ese mismo mes, el condenado (Baltazar) le envió una solicitud de amistad al joven de 17 años a través de la red social Facebook, haciéndose pasar como Alejandro Guevara.

Desde que lo aceptó en esa red social, le comenzó a solicitar información personal, asimismo ese Alejandro Guevara le manifestó que era homosexual y le hizo la consulta de que si por esa condición lo discriminaría, el joven le respondió que no y que lo trataría como un amigo más.

Luego el sujeto siguió en comunicación por medio del Facebook y  le comenzó a preguntar al joven sobre sus partes genitales y en alguna ocasión le pidió que se si le enviaba fotos de su órgano viril, a lo cual accedió enviándole algunas.

La fuente fiscal cita que al menor de edad lo invitó a salir y junto al mismo amigo se encontraron en el mismo centro comercial donde lo había conocido como Edwin. El sujeto los invitó a comer y luego le ofreció una calzoneta y zapatos.

En octubre del mismo año, la madre del adolescente le compró el celular y debido a que sólo chateando pasaba, se lo quitó y descubrió la sarta de mensajes que recibía por parte del condenado, por lo que la mujer decide denunciarlo.

Debido a la denuncia, se inicia la investigación fiscal y se gira la orden administrativa el 25 de octubre del 2016 y se capturó un día después.