El Juzgado Sexto de Sentencia de San Salvador condenó a ocho años de prisión a una mujer que defraudó a la empresa donde trabajaba al emitir cheques por más de $179,000 a favor de su compañero de vida sin ninguna justificación, con lo que provocó una fuga de capital en perjuicio de la sociedad.

La condenada es Sandra Jeannette Rivas Leiva, quien fue declarada culpable del delito de estafa agravada en contra de Carlos Muñoz, propietario de la empresa y ya fallecido.

Las investigaciones de la Fiscalía General de la República (FGR) revelaron que el 21 de noviembre de 2019, la hija de la Muñoz solicitó los estados de cuenta de los bancos donde su padre tenía fondos vinculados a la empresa, que había pasado a ser de su propiedad tras su fallecimiento.

Ese mismo día, Rivas Leiva, quien laboraba como recepcionista, salió apresuradamente de su lugar de trabajo alegando una emergencia familiar y ya no regresó.

Entre las funciones que tenía Rivas Leiva, se encontraba la de elaboración de cheques para proveedores. En el juicio, la FGR demostró que un total de 156 cheques no contaban con respaldo contable y sumaban $179,263.22.

De estos cheques sin respaldo contable, 155 fueron cobrados por José Nicolás Granados Cuéllar, quien es compañero de vida de Rivas Leiva y no laboraba en la empresa ni tuvo relación contractual alguna con la sociedad. El cheque restante fue emitido a nombre de la misma Rivas Leiva.

Por otra parte, Granados Cuéllar ya fue condenado por estos hechos en otro tribunal. Durante la vista pública, el hombre declaró que se quedaba con una parte del dinero y entregaba el resto a Rivas Leiva.

Además de la condena penal, el juzgado ordenó que Rivas Leiva pague la cantidad que defraudó, $179,263.22, en concepto de responsabilidad civil.